Mɪʟ ᴠᴇᴄᴇs sᴏʙʀᴇ ʟᴀ ᴍᴇsᴀ - Yᴏᴏɴsᴇᴏᴋ/sope-

Niem 1

Varado en el cruce de la calle con las pupilas dilatas y las manos sobre el pantalón, Hoseok habla consigo mismo, ¿habéis sentido alguna vez las mariposas en el estómago cuando te atrae alguien?

Bien, pues un puñado de mariposas invasoras y charlatanas hacían una fiesta donde el abdomen pierde su nombre, así lo siente Hoseok — talvez todos mintieron cuando dijeron que las mariposas son él en estómago.

¿Te ha pasado alguna vez? Una persona que ni conoces te ha visto por milésimas de segundos y es como que debes por inercia desabrochar tu pantalón.  Y es que al apuesto estudiante universitario, un hombre que parece  sacado de los más espectaculares libros, lo ha visto.

Lo ha visto por más o menos dos segundos mientras espera el turno para el cruce peatonal, dos segundos en que la majestuosa mirada ajena, le ordenaba que sacara ahí mismo su pantalón y todo lo que trajera  encima.  Bueno, así lo sintió él.

Nunca le gustaron los hombres, y nunca imagino sentirse tan desnudo, o bueno, con la necesidad  de desnudarse ante uno que solo le ha visto un instante en la calle.  Podría considerar sin problemas viajar al mundo homosexual,  claro si eso excluye usar bufanda y tacones, Hoseok no es bueno en ello.

Cuando salió de sus pensamientos poco heterosexuales, se dio cuenta de que todos los que esperaban para cruzar la calle, ya lo habían logrado, corrió rápido en dirección contraria hacia donde se dirigía.

Abrió una puerta y el sonido de una campana le recibió, seguido su grito poco consciente, asusto a la gente que le quedó mirando con asombro y Extrañeza

— ¡MAMÁ, SOY GAY!

El silencio no se rompió durante camino hasta donde se encontraba su madre, tras el mostrador de la cafetería, está lo miraba algo avergonzada, hasta ahora reflexiona sobre ello ,  no sabe si su madre le aceptara de esta forma. — hijo - susurro en súplica, como diciéndole que no le avergüence más. 

— mamá, soy gay - dijo otra vez, pero esta ocasión más bajo, para que solamente su madre lo escuche.

— Hoseok, hijo, hace 10 minutos que te fuiste a la universidad,  te gustaban las chicas- su madre habla despacio y toca con suavidad y algo de lástima su cabello, ¿tan malo es ser gay?.

— pero las personas cambian mamaà — mientras cruzaba la calle un hombre me miró mamá, ¿crees que duela mucho si me la meten?.

Los ojos de su madre se abrieron grande y sus mejillas se hicieron rojas, mientras Hoseok le ve como si fuera la conversación más normal entre madre e hijo.

—¡Hoseok!, hijo, ¡por Dios! Recuerda que soy tu madre.

— lo sé, por eso pregunto — ¿piensas que sea difícil ser gay mamá?.

— no lo sé, pregúntale a tu padre.

— ¡mamá!.

— es broma amor, no sé que tan difícil sea, pero puedes elegir dar, en cambio, de recibir - le explica mientras se mueve tras el mostrador, preparando una orden.

— ay, no como crees mamá, si voy a ser  gay, lo voy a hacer bien. — cada penetración  es como una filosofía de vida - dice casi para sí mismo cerrando sus ojos y asintiendo — Cada pene  es un escalón.

— tener un hijo tan sin vergüenza, me traumará en  mi vejez - dice su madre riendo con gracia.

— Mamá  no te rías es un tema serio. — ¿piensas que los gais también utilicen condón?

— ya Hoseok, no seas cochino, te voy a romper una taza en la cabeza si sigues preguntando esas cosas.

— pero mamá ~