—No la rechacé. Me estaba bañando e interrumpiste la canción que estaba escuchando por eso corté.
—Ah.
—¿Por qué estás tan insistente? Antes ni siquiera hablábamos.
—¿Ahora no quieres que te hable?
—No dije eso.
—Es lo que das a entender. Si te molesta tanto que te hable entonces dímelo. Déjate de tantos rodeos. Te regodeas tanto de ser frontal, entonces hazlo. Este es tu momento.
—Jeon, solo deja de molestar. No estoy de buen humor.
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—¿Por qué estás tan enojado?
—No estoy enojado.
—Es lo que diría una persona enojada. ¿Qué te pasó?
—Kim, eso pasó. Fue un error que ese imbécil haya escuchado nuestra conversación cuando estaban juntos.
—Dijo que no diría nada.
—No me debe lealtad y no me sorprendería que se lo dijera a Jungkook. Pero lo que realmente me molesta es que lo está disfrutando, él malditamente se está divirtiendo a mi costa. Me tiene harto. Busca mi mirada y sonríe como si fuera lo más gracioso del mundo cuando esta con él. Te juro por mi brazo izquierdo que nunca detesté a alguien como lo detesto a él.
—Solo ten paciencia. Piensa en que en unos meses no lo verás nunca más.
—Lo hago cada minuto. Solo que me siento celoso y triste porque yo mismo alejé a Jungkook. Me dan ganas de cambiarme de curso para dejar de verlo.
—Eso es demasiado radical.
—Estoy cansado. Tengo ganas de desconectarme del mundo. Discuto con mi papá todos los días y eso me pasa por imbécil, porque si me hubiera mantenido callado nada de esto estaría pasando.
—No sé qué decir para que te sientas mejor. Tu papá lo va entender en algún momento.
—Si me llama marica todos los días no creo que lo esté entendiendo.
