Notas del autor/a:
N/A: He estado trabajando en esta historia durante un tiempo en segundo plano. Iré publicando los capítulos como los tengo hechos. Espero tener todos los capítulos publicados dentro de un par de semanas. Tengo la intención de actualizar las etiquetas a medida que avanzo, para no revelar ningún spoiler. Espero que disfrutes.
N/A #2: Al comienzo de esta historia, Hypatia está bebiendo mucho. He tratado de transmitir que se está desmayando y luego vuelve a la conciencia usando la frase "oscuridad". Solo quería explicar eso a menos que sea confuso.
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Lady Hypatia Potter estaba completamente borracha.
Sirius estaba arriba, en su habitación, recuperándose de la batalla en el Ministerio de Magia. El reloj acababa de dar las tres de la madrugada, pero ella seguía sin poder dormir. Era la peor noche de su vida, a excepción de la noche en que perdió a sus padres. Había sido poseída por Voldemort. Sus amigos habían sido heridos en batalla. Casi había perdido a Sirius.
Era demasiado.
Cada vez que intentaba cerrar los ojos, las luces de hechizos de colores brillantes jugaban detrás de sus párpados, recordándole a sus amigos que aún yacían en San Mungo.
Apretó la botella de Ogden's Finest Firewhiskey en la mano mientras subía las escaleras de la biblioteca. La botella era tan vieja como el propio Sirius. Hypatia la había engullido sin pensar y ahora estaba más que borracha. Oyó la voz de Hermione en su cabeza.
"Las señoritas no se emborrachan".
Hermione era quien le había enseñado la etiqueta de los sangre pura. Porque, al fin y al cabo, no importaba que no fuera sangre pura. Ella era Lady Potter, y tenía que aprender cómo funcionaba la sociedad educada. Hermione, como siempre, estaba encantada de ayudar a Hypatia a perfeccionar todas las facetas.
Hypatia se había adaptado de inmediato, prefiriendo las sutilezas que se le ofrecían en tal sociedad. Eso, cuando el Señor Tenebroso no intentaba matarla a ella y a sus seres queridos. Hypatia se rió al pensar en ello cuando tropezó en el último escalón y se apoyó en la pared con la mano.
"Malditos mortífagos".
Las damas tampoco maldecían, pero Hypatia razonó que en su propia casa podía hacer lo que quisiera. Y ésta sería su casa algún día, ya que Sirius la había nombrado su Heredera. Desde luego, a él no le importaba.
Entró en la biblioteca y se dirigió a la sección que había pertenecido a Regulus. Siempre había sentido fascinación por el chico perdido y su colección. Sus gustos eran variados, pero oscuros. Leía mucho sobre criaturas mágicas y creación de hechizos. Había pergaminos y pergaminos de sus propias investigaciones y hechizos guardados en el maletín que ella protegía de la Orden. Había pasado muchas noches leyéndolos.
La habitación empezó a inclinarse cuando ella agitó la varita para abrir el armario. La habitación giró con más violencia y ella se tambaleó hacia delante. Su mano aterrizó en el estante inferior, amortiguando su caída. Había un pequeño libro en el que nunca había reparado. Lo cogió e intentó concentrarse, pero el texto de la página flotaba.
Había bebido demasiado.
Oscuridad.
Se paró frente al tapiz. Una daga ritual yacía a sus pies. Tenía la mano izquierda cortada por la mitad. Su sangre goteaba sobre el suelo de madera. El pequeño libro estaba en su mano derecha, manchado de sangre. Apretó la mano contra el tapiz y jadeó al sentir que la magia se apoderaba de ella.
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Blood Magic and Other Drinking Games
Fanfiction"Regulus sintió un tirón en las ataduras de su alma. Estaba siendo sacado de la implacable nada de este espacio entre la vida y la muerte. Solo había una forma de traer a alguien de este lugar. ¿Quién invocaría un vínculo de alma con él?" AU. Mujer...