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Eran las cuatro de la madrugada cuando los pensamientos se estaban apoderando cruelmente de mí.
Me levanté de la cama y estuve pensando en Lynn y lo que pasó el día de la tormenta, el día en el que yo tenía miedo y, al aferrarme a él, exclamó el nombre de su ex novia. Debía haber al menos una foto de ella.
Quería saber cómo era ella.
Me levanté y me fui al vestidor con sumo cuidado.
Comencé a buscar por los inmensos cajones que había por todo el vestidor. No encontraba absolutamente nada.
─ Joder, tiene que haber algo ─ susurré ─. Mierda.
Mi cabeza me pedía que me fuera a la cama y que me diera por vencida pero no lo haría.
Quería saber cómo o quién era ella.
Quise dar por fallido mi intento cuando vi detrás de unas fragancias un sobre de color blanco ─ amarillento por el tiempo ─, con una pegatina de corazón como cierre.
La tomé con delicadeza y la acuné entre mis manos. Soplé suavemente para retirar la pequeña capa de polvo que se encontraba sobre esta y la abrí con muchísimo cuidado.
En su interior, había una foto de una mujer pelirroja, parecida a la descripción que Vennia me había dado de Lynn, y una carta.
Saqué la foto. Entendí por qué Aaron se enamoró de ella, era realmente guapa. Su pelo lacio ─ algo ondulado en las puntas ─ y cuidado relucía bajo la tenue luz de la lámpara de una sala.
Omití la foto y saqué la carta. Solo pude leer el principio porque escuché pasos provenientes del cuarto de Aaron. Guardé todo tras mi espalda.
Aaron entró, con un rostro somnoliento.
─ ¿Qué haces, Hazel?
─ Nada.
─ No te metas en ningún problema.
─ No tengo pensado hacerlo, y si me meto en alguno, no sería de tu incumbencia.
─ Ten cuidado, princesita ─ se me aceleró el corazón. «Princesita» ─. Me voy a dormir. Hazlo tú también.
─ Adiós, Aaron.
─ Te repito: no te metas en problemas. ─ Ordenó ─. Buenas noches.
Se marchó cerrando la puerta y, en cuanto el vestidor quedó en silencio de nuevo, rechacé la opción de seguir hurgando y me fui a mi cama, como me había dicho Aaron.
La carta...la foto...pero sobre todo, lo que me había llamado.
«Princesita».
Lo tenía grabado en la maldita cabeza.
♕♕♕
Me levanté y, como todos los días, Aaron estaba junto a mí, con su mano en mi cintura y la mía en su espalda.
Me levanté y me vestí con un vestido negro con escote y ajustado y unos tacones ─ no muy altos ─, muy sofisticados. Me apliqué máscara de pestañas, un poco de pintalabios color rosa ─ que no se notaba una mierda ─, planché mi cabello y desperté a Aaron.
─ Joder, ¿qué hora es? ─ «Buenos días a ti también, Aaron» pensé ─. Mierda... ─ se pasó la mano por la cara ─. Baja tú al salón, no me esperes, ahora voy yo.
─ Claro.
Entré a una sala lujosa donde me esperaban el padre de Aaron y otra mujer alta y arreglada.
─ ¿Es ella? ─ La mujer preguntó al padre de Aaron. Al futuro emérito. A Kennel Nicclan.
─ Lamentablemente, sí. ─ Kennel respondió sin ningún tipo de pudor ─. Ve con ella.
Eso me ofendió mucho, ¿acaso no le enseñaron modales a estas dos personas?
─ Buenos días, Hazel ─ Kennel se dirigió a mí con un tono seco ─. Ella es Cress y será tu modista a partir de ahora. Trátala con respeto.
¡Encima! ¿¡Yo tenía que tratarla con respeto!?
─ Vamos a tu armario ─ Cress me tomó del hombro y me guío hacia el vestidor, sin ni siquiera dirigirme un «hola» antes ─. Tenemos que ver la ropa que tienes.
♕♕♕
Una vez allí, con ella hurgando en todos lados ─ que, por suerte, no encontró el sobre ─ y yo sin saber qué hacer, por lo incómoda que estaba, empezó a hablar.
─ Tienes unas prendas muy monas ─ sacó la cabeza del inmenso cajón ─ .Pero debemos ir de compras. Urgentemente. Vamos, coge tus cosas y vamos al centro comercial.
Espera, ¿qué?
─ ¿Ahora? ─ Qué ganas tenía de meterle un bofetón.
─ ¡Claro! ¡Vamos!
Menuda mierda.
La verdad que sí.
Me cae fatal.
Y a mí.
♕♕♕
Tras una pequeña conversación con Conciencia De Hazel criticando a Cress, me digné a coger mis cosas y a marcharme con ella.
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¿Promesa? [✔️ COMPLETADA] ©
Teen FictionCanadá, un bonito país, una buena realeza y un futuro rey de veinte años condenadamente guapo. Aaron debe buscar una esposa para convertirla en reina con él, allí es donde conoce a Hazel. Una campesina de apenas diecinueve años que es obligada por s...