único

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📍 Buenos Aires, Argentina

El cielo estrellado se dejaba ver en aquella gran ciudad, una noche algo silenciosa y bastante cálida para ser recién primavera.

Por esos barrios solo se logra escuchar el ruido del aerosol junto con las carcajadas de ocho jóvenes.

-Yeosang, las letras te salen cada día peor, dejame a mí. -Dijo Mingi para luego sacarle el envase de la mano.

-Apurensé, son como tortugas.

-Si lo hiciéramos rápido no sería divertido. - Wooyoung sonriendo mientras se lleva un chupetín a la boca.

-Terminé, sigamos.

Podía verse algunas figuras junto a la firma "Ateez" en el extremo inferior derecho de aquella pared ahora no tan blanca, siendo iluminada por las farolas de la calle.

Los jóvenes reanudaron su andar hasta encontrar otro lugar disponible mientras reían, se empujaban entre ellos y hablaban en un tono no muy bajo.

-Entonces le gritó que se vaya de casa y que no volviera. Empezaron a pelear otra vez así que salí más temprano, no los aguanto más. -Yunho contaba mientras intentaba abrir su botella de agua, terminando en pedir ayuda porque no podía.

-En mi casa era lo mismo hace unos años, mi viejo llegaba en pedo y peleaba con mi mamá. Un día se hartó y lo echó, que se yo.

-¡Eu, acá hay lugar! ¿Querés empezar, San? -Hongjoong le extiende la mochila con los aerosoles.

El nombrado asintió, soltando la cintura de su novio y agarrando la pintura roja. Rápidamente trazando otras figuras en el muro con habilidad mientras los demás seguían con la conversación.

- ¿Y vos, Woo? ¿Cómo andan las cosas en tu casa?

- Bien, Kyungmin se está recuperando poco a poco de la operación, por suerte. - Agarra un envase de color azul y se sitúa al lado de San para continuar él. -Estamos más tranquilos, aunque mamá sigue algo tensa, fue muy afectada por eso.

Mientas pinta puede ver a Yunho y Mingi reírse de algo que dijo el menor, Jongho acariciando un perro de la calle y los restantes hablando sobre la universidad.

Jung iba soltar un comentario sarcástico para entrar en la conversación, pero un grito lo detuvo.

-¡Hey! ¿Qué están haciendo?

Hongjoong reaccionó rápido agarrando su mochila y empezando a correr, siendo seguido por los demás.

-¡Deténgase ahora mismo!

Escuchan la sirena de la policía y pasos rápidos detrás de ellos. Se ríen a carcajadas, lo sienten cotidiano.

-¡Apurate, Yeosang! Hoy no pienso quedarme a dormir en la comisaría como la otra vez.

Viendo que los policías están siguiéndolos en su vehículo, Wooyoung frena y obliga a que San haga lo mismo. Lo toma de las mejillas y se besan, el mayor lleva instantáneamente sus manos a la cintura contraria.

-¿Pueden dejar sus escenitas de película para otro momento? Lidiar con la yuta cara a cara no es mi pasatiempo favorito. -Hongjoong se queja.

-No escucho envidiosos. - Jung le saca la lengua y su novio ríe. Se dan un último beso y continúan junto a los demás.

Corren sintiendo cierta adrenalina en sus organismos. Gritan y ríen, se sienten libres aun cuando los están persiguiendo.

En algún punto de la ciudad logran perder a las autoridades y se permiten parar para tomar un poco de aire, sin dejar de reír y hacer chistes sobre la situación.

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