Ikki Shun Y Hyoga-(EL DUEÑO DE SU CORAZÓN)

CAP 22 (El amor que no pude darte)

IKKI
Había robado un gran beso de los labios de Shun, nuestros labios estuvieron juntos por unos cuantos segundos, cuando volví a la realidad reaccioné y me aleje de él, lo mire nuevamente, él estaba muy nervioso y tan sonrojado...nuevamente un gran silencio volvió a invadir aquella fría y oscura habitación...pareciera que el silencio era el personaje principal de todo esto, estaba presente a cada instante. Yo por tener más experiencia en estas cosas, era el primero que decidía romper el hielo.

IKKI: ¿estás bien?

SHUN: Si, es sólo que...hacía mucho tiempo que...

IKKI: no lo hacíamos, lo sé, quisiera poder recuperar el tiempo y el amor que no pude darte.

SHUN: Ikki, ¿amor que no me diste?

Ikki: no cabe duda que aún eres tan inocente

SHUN: lo siento, es que a veces no entiendo lo que dices hermano

IKKI: ¿confías en mi?

SHUN: cla-claro que si

IKKI: ven conmigo, dame tu mano (dije mientras me ponía de pie de aquel sofá)

Cargue a Shun entre mis brazos, me miro de una manera que nunca antes lo había hecho, no creo poder olvidar esa dulce mirada, sentí como si tratara de hablarme a través de sus bellos ojos, me puso tan sonrojado. No hice nada más que desviarle la mirada y subir con el hacia la habitación.
Lo acosté cuidadosamente en la cama

SHUN: ¿qué estás haciendo?

IKKI: lo preguntaré una vez más...¿confías en mi?

SHUN: ya te lo dije, si confío en ti (dijo mientras quedaba sentado en la cama)

IKKI: solo quiero poder darte el amor que no te di hace mucho y compensarte por todo el mal y daño que te hice cuando regresé de la isla de la reina muerte. Ya pasó una vez, te prometí que jamás te iba a hacer daño. Solo déjate llevar y confía.

SHUN: Ikki...realmente eso no importa ya...

IKKI: déjame demostrarte lo mucho que me arrepiento de todo el daño, querido hermano dejame remediarlo

Me acerqué lentamente a Shun, y lo tomé de la cintura, mi lengua comenzó a viajar por toda su suave y pálida piel, tan blanca como la nieve, su aroma era tan excitante, mis labios comenzaron a lamer su lindo cuello mientras que unos gemidos en respuesta a mis actos comenzaron a salir de los labios de Shun ...¡CARAJO! Era tan inevitable no evitar que una ereccion se hiciera presente tan pronto.

SHUN: esta tan duro

IKKI: lo sé, no es nada personal, sólo permíteme hacerte feliz no sabes cuánto te he extrañado

Hice esto más interesante, quite su playera con un poco de desesperación, le vende los ojos con ella misma, y amarre sus blancas y pequeñas manos con mi playera, comencé a chupar cada pequeño seno, me di cuenta que tan pronto como comencé hacerlo su piel comenzaba a ponerse de gallina y comenzaba a retorcerse, mientras que con una mano comenzaba hacer un pequeño deslizamiento hacia la parte de abajo de su ombligo. Metí mi mano debajo de sus pantalones y comencé a jugar  con su amigo de ahí abajo, Shun estaba sumamente mojado.

Mi desesperación por sentirlo ya era tan grande como el océano, nuestros miembros rozaban uno con el otro, aún llevábamos los pantalones puestos, decidí que ya hora de adentrarme en el y baje sus pantalones

IKKI: déjame hacer esto, voy a entrar

Me baje mis pantalones, las piernas de Shun hacían prisioneros a mis caderas, introduci esa gran parte de mi en él con mucha delicadeza, y comencé a dar suaves embestidas para no generarle dolor, pero poco a poco la intensidad iba subiendo, el escuchar como sus glúteos chocaban conmigo me prendía demasiado.

Cargue a Shun, quedando yo de una postura parada mientras que el quedaba trepado en mi cuerpo, dándome la cara, me apoyaba de sus glúteos para poder hacer aquellos movimientos tan placenteros de arriba hacia abajo. 

Sus gemidos se hacían cada vez más intensos, y tan pronto Shun se corrio, manchándome todo mí abdomen, para mi eso una dulce miel. Pero aún faltaba yo. Lo coloqué de aún lado mientras nuestros cuerpos quedaban como una cuchara, mis labios besaban su hombro y con la mano tocaba su miembro, mis embestidas eran rápidas pero muy suaves, mi fin estaba cerca y terminé por correrme dentro de él.

SHUN: estás muy agitado, (dijo de igual manera)

IKKI: me has quitado toda mis fuerzas, pero...ha valido la pena

SHUN: (sonrisa) en el fondo no eres el monstruo que todos creen que eres o aparentas por fuera.

IKKI: ...es porque tu eres lo más valioso en mi vida, nadie es digno de conocer este lado de mi.

SHUN: me siento tan afortunado, Ikki.

IKKI: quiero ser siempre el dueño de tu corazón, no tienes idea de los celos que me invaden por dentro cuando otro tipejo se te acerca.

SHUN: eres mi hermano...sabes y  siempre vas a tener un lugar enorme en mi.

Después de una pequeña charla Shun se quedó dormido, yo me había metido a la ducha, no podía dejar de pensar en lo que acababa de pasar, realmente estaba soñando, hacía mucho que ya no sucedía, estaba muy feliz por ello, era la manera más cercana y la correcta de demostrarle mi amor a Shun.