The Survivor • Steddie

Novena parte

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Autoanálisis

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Steve entró a su casa y para su sorpresa sus padres estaban sentados en el comedor tomando una copa de vino cada uno. Eso sólo significaba que ahora tendría otra cosa con la que lidiar.

- Stevie - su mamá lo llamó con ese apodo que le asignó de niño - Pensábamos que estabas dormido ¿qué haces afuera tan tarde?

Cómo si de verdad les importara, pensó Steve

- Inventario en el trabajo - mintió

- No puedes estar afuera con todo lo que está pasando pero bueno, sabemos que eres un irresponsable - dijo su padre mirándolo fijamente

- Siempre lo ha sido - concordó su mamá

Steve rodó los ojos. De verdad no quería contradecirlos porque tenía otro tipo de cosas en su mente en este momento. Era obvio que le dolían los comentarios de sus padres, siempre se había sentido insuficiente ante sus ojos pero aprendió a vivir con eso, a final de cuentas sólo tiene que soportarlos unos días hasta que se vayan de viaje otra vez.

- Si, cómo sea - dijo simplemente. No planeaba quedarse a platicar con ellos así que empezó a caminar hacia las escaleras para subir a su habitación

- ¿Cómo está Nancy? - preguntó su mamá frenandolo

- ¿Nancy? - dijo confundido - Mamá, Nancy no es mi novia desde hace mucho tiempo

- Steve no es alguien que dure demasiado con las personas, eso deberías saberlo - agregó su padre

- Eso no es cierto - dijo Steve mirándolo a los ojos - Ustedes dos tienen una idea muy equivocada de mi, pero bueno ¿cómo podrían saber quién realmente soy? si nunca están aquí

Al terminar la última frase retomó su camino a su habitación, en el fondo se escuchaba a sus padres llamándolo para que volviera pero el no iba a regresar con ellos.
¿Cómo podrían sus padres analizarlo? ¿Cómo podrían siquiera sugerir que saben cada aspecto de su vida? El mismo Steve no lo tenía totalmente claro así que no esperaba que los demás lo supieran.

Ser totalmente auténtico era un privilegio que no todos podían darse.

Steve entró a su habitación y cerró la puerta con seguro, no sólo porque no quería que sus padres lo molestaran si no porque le gustaba la privacidad que ese gran espacio le ofrecía. Dejó su mochila tirada al lado de la puerta y caminó con paso desganado hasta la cama, se pasó las manos por la cara en señal de frustración y cerró los ojos con la esperanza de poder dormir y apagar sus pensamientos por al menos unas cuantas horas.

Por supuesto que eso no podía ser posible. En primera porque había dejado ir a Nancy sola con el idiota de Jason, que igual ya no era tan idiota y Nancy era bastante ruda pero si había peligro en el lago él no podría hacer nada para ayudarles y en segunda porque aún tenía que solucionar la maraña de pensamientos y sentimientos que despertaba en él la sola mención del nombre Eddie Munson.

Las últimas horas lo llevaron a cuestionarse si de verdad había visto a Eddie como un amigo desde el momento en el que se conocieron. La respuesta no era totalmente clara debido a los acontecimientos que pasaban a su alrededor en ese momento, y es que es difícil para alguien explicar que cuando te encuentras de frente con situaciones que ponen a tu vida en constante riesgo las emociones se sienten más vivaces e intensas.