Capítulo Único

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"Querido Izuku,

Sé que esto suena como la típica carta, ¿no lo crees? "Espero que estés bien...blablablá" ya los dos conocemos eso así mejor continuo.

Es algo extraño escribir una carta a alguien que estaba contigo hace un rato, seguramente estés algo...enfadado conmigo, siendo sincera yo si lo estaría, pero sé que tú eres alguien muy bueno...alguien muy puro de corazón y eso siempre lo he sabido, lo supe desde la primera vez que te vi, ¿lo recuerdas?

Era el primer día de nuestro cuarto año en la primaria, yo era la niña nueva y todos los que estaban en ese salón ya se conocían...no conocía a nadie o bueno...a casi nadie. Para mi desgracia la niña que me había hecho la vida de cuadritos en mi escuela anterior estaba ahí y ese primer día de clases no me salvé de las burlas y golpes como esperaba que pasara... "¡vete maldita!", "¡no te nos acerques! ", "¡no queremos a alguien con un quirk de villano como tú cerca de nosotros"...esos y muchos más comentarios escuché ese día. Fui a investigar la escuela, quería buscar un lugar seguro, solitario y espacioso así que caminé hasta llegar a una parte del patio que estaba casi vacía...casi porque ahí fue donde te encontré...escribiendo en uno de tus cuadernos, con restos de lágrimas en los ojos y marcas de explosiones...dudé si acercarme o no ya que no sabía si también me alejarías, pero aun así lo intenté...me acerqué a ti y te hablé para preguntarte si estabas bien y no puedo estar más feliz de haberlo hecho.

Al contrario de lo que me esperaba me saludaste y me respondiste que estabas bien para luego preocuparte por mí ya que al igual que tu tenía marcas de que había sido lastimada, sin embargo, te dije que era algo a lo que ya estaba acostumbrada y aunque no te agradó la idea, seguimos como si nada.

Desde ese día comenzamos a hacernos compañía mutua...de hecho comenzaron a darnos muchos apodos, ¿lo recuerdas? "Los dos raritos", "los inadaptados", "la escoria humana", "los nerds o mataditos", "animales de feria"...vaya que los niños son crueles.

A pesar de todo seguimos adelante, nunca le preguntamos al otro porque lo molestaban, pero eventualmente nos enteramos. Cuando me dijiste que eras un quirkless no pudo importarme menos eso...para mí con o sin don seguías siendo esa persona que me hacía compañía y ese chico al que podía llamar amigo, cuando te enteraste de que mi don era de "villano" tuviste una reacción que nunca me esperé...en vez de asustarte y salir huyendo, como ya era costumbre que pasara, te quedaste y me preguntaste detalles para hacer un análisis en tu libreta...eso me impactó mucho ya que te lo tomaste muy bien y me dijiste unas palabras que se quedaron marcadas en mi mente: "tú eres tú, no existe un don de villano...todos los quirks pueden ser usados tanto para el bien como para el mal y uno decide cómo usarlo."

Algo que también compartíamos era el deseo de ser un héroe...yo que tanto había tratado de abandonar ese sueño tan pronto como presenté mi peculiaridad volví a creer en la posibilidad de convertirme en una heroína, tú a pesar de no tener un don te habías fijado esa meta desde hace mucho tiempo y te apoyé, te apoyé porque para mí ya eras alguien digno, porque tú ya eras mi héroe...tú eras quien me salvó de la soledad y me permitiste ser tu amiga así que para mí ya eras alguien digno de reconocer.

Luego te enteraste de mis problemas familiares, mis padres discutían todo el tiempo por cualquier cosa así que después de una sesión de gritos en la cual yo ya sabía que debía permanecer encerrada en mi habitación, salía solo para ver el destrozo que habían dejado por toda la casa, arreglaba todo y terminaba con hambre, abría el refrigerador solo para darme cuenta de que no había nada y tampoco me habían dejado nada de dinero. Cuando te enteraste de esto le contaste a Inko-san, tu madre se parece mucho a ti, ¿sabías eso? Los dos tienen ese enorme corazón porque tan pronto le dijiste todo lo que pasaba me ofrecieron quedarme con ustedes cuando mis padres se desatendían de mí, realmente se los agradezco de todo corazón y jamás seré capaz de terminar de agradecerles.

Querido Izuku... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora