ENTRENADOR PERSONAL; Vegetta777 -ADAPTACIÓN-

Capitulo 42 ✖2/4✖

Sandra deja de jugar con sus uñas y me mira.

-A él le gusta pasar un buen rato. Él siempre ha sido así: alegre, divertido, extrovertido y sigue siéndolo, él siente tanta responsabilidad, creo. Ha sido una persona hogareña desde el accidente.

-Sí, él es un buen chico.- Mis ojos encuentran su camino hacia él, mirándolo concentrarse en un solo tiro. -Él se preocupa por todos. Quiere hacer todo lo posible para todo el mundo en su vida. -Su cabello cae en su cara y lo sacude fuera del camino, los ojos en la pelota, luego hace una breve mirada y me guiña un ojo.

Es casi como una caricia, mi piel cosquilleando como si sus dedos son fantasmas en su contra.

-Oh, amiga. Lo tienes mal. Quiero decir, quién no podía y es obvio que él está enamorado de ti.

No estoy segura si es Miranda o Sandra la que habla, porque no puedo sacar mis ojos del chico totalmente caliente que es mi novio. De alguna manera yo debería ponerlos directamente. No estamos enamorados, no ha sido muy largo, pero las palabras se presentan en mi garganta.

-Lo sé, ¿no? Está totalmente dentro de ella. Tan diferente de lo que era con Pamela.

Eso me llama la atención. Mis ojos se mueven a las chicas otra vez.

-¿Quién es Pamela?

-Esta chica se cuelga a veces. Conectaron un par de veces, nada serio, pero él rompió con ella. Ella está todavía teniéndolo mal por él, pero esa es Pamela. A ella le gusta ser la que hace el vertido en lugar de al revés y él nunca hablaba en serio acerca de ella, así que no te preocupes.

En realidad, ni siquiera pensé en preocuparme hasta que me dijo que no me preocupara. Es curioso cómo eso funciona. Samuel no me da mucho tiempo para pensar en ello, porque se acerca a nosotras.

-¿Tú ganas?-Pregunte.

Él está de pie justo en frente de mí, mis ojos al nivel de su... bueno, su entrepierna. Y de nuevo su pervertividad está contagiándome, porque yo como que quiero mirar.

-¿Tienes que preguntar?

-Por supuesto que no. Yo debería haber sabido, gran jefe.

-Eso es lo que me gusta de ti, __(tn) . Siempre eres tan dulce para mí. -Empiezo a atragantarme... bueno, de aire supongo. O shock. ¿Puedes ahogarte con shock?

-Se ve como si estuviera a punto de perder el conocimiento. -Sandra me empieza a abanicar. Me gustan estas chicas. Lo que me hace pensar en Emily y desearía que estuviera aquí conmigo. Desearía que pudiera reunirse con ellos también. Nunca habría pensado en venir aquí, pero esta noche ha sido perfecta.

-Tío, me olvidé de decirte, vi a tu padre el otro día. -Alex dice mientras camina y Samuel se congela. Alex no parece darse cuenta porque, continúa. -Tenía una chica con él. Te juro que no podía tener más de veintidós años. Tu papá consiguió jugar!

Ahora es Samuel que parece que se va a desmayar. Lo he visto enojado, pero nunca, nunca nada como la mirada perdida, enojo nublando sus ojos en estos momentos.

-Sí... bueno para él.- Está tratando de jugar fuera con un encogimiento de hombros, pero no veo las abolladuras en su armadura, solo que no sé qué hacer al respecto.

-¿Cómo está él de todos modos? ¿Miguel? -Esta vez se trata de Willy quien pregunta.

No estoy segura de si Miguel es un tema más seguro o no, no sabiendo que su papa se fue porque no podía tomar la lesión de Miguel.

-Voy a ir a tomar un trago, luego vuelvo. -Alcanzo la mano de Samuel, pero como que la sacude y luego desaparece entre la multitud.

Todo el mundo a mí alrededor no deja de hablar así que supongo que no se dieron cuenta, pero yo sí, y no se siente bien. Lo entiendo, él está enojado, pero ¿por qué no puedo estar allí para él como él está para mí?
Hablamos durante unos quince minutos más, pero no puedo dejar de pensar en Samuel. Las chicas y yo intercambiamos números de teléfono y estoy muy emocionada de haber conocido nuevos amigos. Amigos que voy a presentar a Emily. Me duele demasiado mantenerla fuera de esta parte de mi vida, pero no puedo disfrutar ahora. Mi mente está con él.

-Voy a buscar a Samuel. -Ellos me dicen adiós y me marche.

Pronto voy a buscar entre la gente de nuevo en mi camino a la cocina. Tan pronto como doy la vuelta de la esquina, él está allí. No me miraba y no solo.

-Fue bueno verte, Pamela. Pero tengo que volver. Mi chica me está esperando abajo.

La única razón por la que oí es porque estamos en un pasillo, él en un extremo y yo en el otro. Está vacío y aunque hay música, está hablando en voz alta para que ella lo oyera y permitiéndome escuchar también. Pero realmente no me importa una mierda acerca de por qué o cómo puedo oírle. Lo que me importa es que Pamela es sexy.
Flaca. Súper delgada, falda corta por la que fui echada de la escuela por vestir, un piercing traspasado su ombligo. ¿Cómo puedo saber, tú debes preguntarte? Oh, porque su camiseta es prácticamente inexistente. Ella tiene el pelo negro como yo. Sólo que el suyo es largo y glamoroso y quiero cortarlo.
Pero entonces, le había dicho que su chica está abajo. Su chica que soy yo. Hay una Pepsi en una de sus manos y una botella de agua en la otra. Para mí. Todo debería hacerme sentir mejor, pero no es así. ¿Cómo voy a competir con ella? Tal vez no tengo que...

-Sí, te vi con ella. Pensé que no querías una relación. Pensé que tenías demasiado en tu plato para estar con alguien?

-Tengo mucho con lo que estoy tratando y no quería una relación, pero las cosas cambian. No es que sea asunto tuyo.

-Así que las cosas cambiaron gracias a ella? Tú puedes tener algo mucho mejor, Samuel. Estamos mucho mejor juntos.

Siento como si alguien me ha golpeado en el estómago. Casi no puedo respirar.

-No, gracias y en esa observación, estoy fuera. Y no se te ocurra decir nada sobre ella. -Samuel trata de caminar alrededor de ella, pero ella lo detiene, una mano en el mismo pecho mismo que toqué antes.

-Espera... yo...- Y entonces ella se inclina y lo besa.

Sus labios. Mi novio. Es sólo un par de segundos. Todo en mí se rompe. Quiero correr. Debo correr. Duele demasiado ver esto, porque ella tiene razón. Ellos se ven bien juntos.
Pero, ¿sabes qué? No me importa. Y por más que el instinto de correr se levanta dentro de mí. No lo hago. No fuera por lo menos. Corro hacia ellos, porque este chico es mío y no me voy a ir sin una pelea.