Capítulo 2

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Cambios y Gale



SKIA




Al fin, era fin de semana largo, ¡hurra!

Para los que no saben es cuando el lunes de la otra semana o el viernes de esa semana no hay clase y por ende, otro día para dormir. En este caso fue lunes.

Aunque si lo pensaba bien, para mi no eran tan felices. Kenzie iba a hacer una fiesta hoy en su casa y aunque no sea muy fiestera, me gustaría ir para despejarme un poco de todas las cosas que me estaban pasando. Aunque sea gritándole que no queme la casa haciendo sus locuras.

Pero no podía, debido a mis medicamentos y rutinas médicas que me habían recetado. Estupido accidente

—El desayuno está listo!— gritó mi padre desde la cocina

Desde la muerte de mamá, era él quien cocinaba en la casa y la verdad era que él cocinaba mejor que mi madre, especialmente los pancakes. Pero obviamente jamás se lo diría, eso aumentaría su ego. Salí de mi cuarto con algo de pereza y me senté en la mesa mientras lo veía servir el desayuno.

—Deja esa cara larga princesa— terminó de poner la mesa y se sentó a mi lado —Sabes que no puedes ir por mas que quiera dejarte hacerlo

—Es que no me gusta esto— tomé con pesar el tenedor —Me siento drogada

—Ya te las van a quitar el lunes princesa— me dijo con una sonrisa, tratando de animarme

—Buenos días familiaa!— y con su maravilloso escándalo, mi hermano hizo presencia en la sala —¿Cómo amanecimos?

—Con ganas de morir y desaparecer de este planeta

—Esa es la actitud!— me dijo ganándose un manotazo de mi padre en su brazo —¡Auch! Y ahora que dije?

—Se supone que tienes que motivarla— lo regañó

—Pero eso hago— se defendió mientras se sentaba —La motivo en sus decisiones

Mi padre solo rodó los ojos ante su respuesta, yo por mi parte estaba bastante divertida con la actitud de ellos dos. Después de desayunar ayude a mi padre a recoger la mesa y a limpiar la cocina.

—Padre

—Si?

—Puedo ir al parque?

El se quedó en silencio unos segundos y luego hablo

—Claro, en un rato vamos ¿si?

—En realidad...— estaba algo nerviosa por su reacción —Quería ir sola

—De eso nada— dijo rápidamente —No vas a salir sola

—Pero...

—Que no Skia, lo sabes bastante bien

—Pero es que...— hice una pausa, pensando en que iba a decir —Necesito despejar mi mente de esto — me señale —de todo, y la única forma es estando sola

—Hay otras formas

—Pero por favor papá, solo esta vez— le suplique con ojos de perrito

Al verme solo suspiro profundo —Está bien— se rindió —Pero te quiero a la hora de comida, sin falta

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