-¿Y bien? ¿Qué vamos a hacer ahora? - quiso saber Carla. Se estaba impacientando.
Me senté en el comedor, desde un lugar estratégico donde los veía a todos y todos me veían. ¿Este habrá sido el lugar de mi padre?
-Para este punto los transportistas ya debieron volver a la superficie, así que no podemos volver con ellos. - reflexione con calma. - Lo que podemos hacer es averiguar cómo entrar al Archivo General, investigamos un poco y luego nos hacemos notar con la seguridad para que llamen a los adultos y nos lleven de regreso.
-¿Si sabes que eso hará que nos maten al volver? Significa que se enteraran de que nos escapamos y que les mentimos, será horrible. - expuso Carla.
-Y eso solo si conseguimos que los guardias nos crean que venimos de la superficie, ¿qué pasa si piensan que mentimos? - pregunto Kikyō, siendo más objetiva.
-Podemos mostrar nuestras credenciales escolares, aunque de preferencia solo debemos usarlas en ese momento. - Señale como si fuera obvio.
-¿Por qué sólo en ese momento? - pregunto Carla. - No deberíamos poder identificarnos en todo momento, ¿qué tal si pasa algo?
-Es justo por eso que debemos mezclarnos con la gente de aquí, además... - comenzó a explicar Kikyō, pero se detuvo a media frase. Me volteo a ver con preocupación y cerró la boca de golpe.
-Además, ¿qué? - quise saber.
La rubia suspiro y se cruzo de brazos.
-Ninguno debería decir su apellido, por lo menos mientras deambulemos por la ciudad. - añadió Niggel. Lo mire esperando una explicación, suspiro y continuó. - Escucharon lo que dijeron los transportistas, ¿no? ¿Si saben quienes están detrás de los robos que tienen preocupados a todos?
-¿Estas diciendo que esa supuesta Legión de criminales es real y ellos están planeando todo? - pregunté en negación.
-No sólo eso. - intervino Kikyō. - Kai, ¿de verdad no sabes quiénes son? Tu madre entregó un informe sobre ellos.
-¿Mi madre?
Lo pensé. El único informe que la vi hacer fue sobre los peligros de la Ciudad Subterránea y, por lo que dijo Levi, era para que la Reina evaluará el riesgo que era la existencia de la Ciudad... ¿Acaso?
-Ella...-comencé a decir.
-Si, ella los menciono, por eso los rumores crecieron. - confirmó Kikyō. Suspiro exasperada. - Kai, por favor, ¿cómo decidiste venir sin contemplar todo esto?
-Oigan, pero esperen un momento... - intervino Carla. Parecía tratando de seguirnos el ritmo. - ¿Qué tiene que ver una organización criminal fantasma con nosotros?
-Pues mucho en realidad - respondió Kikyō. -; por lo que escuche de mis padres luego de su última reunión con la Reina, al parecer la Rejisutansu Gundan, alias la “RG”, se creó con los enemigos de los Ackerman... Específicamente, los fundadores fueron hombres que odiaban a Kenny Ackerman y, obviamente, a Levi...
-¿Estas de broma? - exclamó Carla. Casi lo gritaba.
-No, es verdad. Mi madre trabajó con la Policía Militar un tiempo y lograron capturar a un hombre que declaró todo esto. - a veces me sorprendía cuanto descubría Kikyō solo por el hecho de saber disfrazar bien su curiosidad.
-¡Genial! - soltó Carla con sarcasmo.- Estoy en la ciudad correcta para cambiar mi apellido a Jeager.
-Es ridículo. - dije.- Como un grupo se crearía solo a partir del rencor a 2 personas, es no es...
-Bueno, Kenny Ackerman no era un santo, la Legión lo reivindicó luego de que los ayudara. - señaló Kikyō. - Y en cuanto a tu padre, ¿realmente sabes cómo fue su vida aquí?
Claro que sabía. Lo había leído, fuera toda la verdad o solo una parte, estaba seguro de que aquellas eran sus memorias legítimas.
-Además, no sólo es odio a tu padre y a tu tío, también lo es a tu madre. No por nada ninguno pudo volver aquí nunca. - añadió la rubia con rudeza, más de la que hubiera sido necesaria.
-Tu no sabes nada... - solté en un susurro apenas audible.
-No. El que no sabe nada eres tu, Kai. - me contradijo. - Y justamente tu ignorancia y terquedad es lo que nos tiene aquí. Ni siquiera pudiste esperar un mejor momento.
-¿Mi ignorancia? Los traje hasta aquí, ¿no? Se más de esta Ciudad de lo que ustedes saben, así que no me insultes de ese modo... - me defendí.
Kikyō se puso de pie de un salto, lista para enfrentarme como lo había hecho en el camión.
-¿Y de que sirve? De que sirve que conozcas la ciudad si de todas formas te van a matar solo por ser hijo de tus padres. Abre los ojos Kai. Por eso tus padres no te contaron nada nunca, era mejor para ti.
-No me salgas con eso ahora. Sabes bien que eso es lo que ocasionó que estemos aquí. Hablas de ignorancia y de lo mejor para mi, pero dime como ha resultado eso para el propio país. ¡Anda dilo!
-No hablamos de Paradis, hablamos de lo incoherente que eres. No sabes en que momento parar, ni porque te estamos diciendo que tu vida corre peligro aquí...
-Si lo sabias, ¿por qué no lo dijiste antes? No finjas que ni querías venir, porque tuviste muchas oportunidades de detenerme. ¿Por qué lo haces ahora?
Espere su respuesta. Carla y Niggel llevaban sus miradas de un lago a otro intentando no perderse ni un solo detalle o palabra.
-Claro. Igual que tu padre nunca dices nada útil en los momentos cruciales...
Sin aviso y sin que yo pudiera prevenirlo, se lanzó sobre mi dándome una bofetada. Jamás me había golpeado. Jamás me había llamado por mi apellido. Jamás me había enfrentado como lo había estado haciendo.
-¡Reacciona ya, Ackerman! - me grito. Estaba furiosa, apretaba la mandíbula y tenía las orejas rojas, en cualquier momento sacaría humo o solitaria chispas. - Si no te detuve antes fue porque aún creía que eras alguien consciente que se detendría cuando se diera cuenta del peligro. - Lo mire atónito, igual que los chicos. - El hecho de que fuera comprensiva contigo todo este tiempo, no significa que fuera a tolerar siempre tus tonterías.
-Esperen un segundo... - se hizo escuchar Niggel. - No es el mejor momento para que discutan, están llevando esto demasiado...
-Se que estas odiando a todo el mundo, pero por una vez en tu vida deja de ser un egoísta y piensa en nuestras vidas, ¿puedes? - siguió Kikyō sin prestarle la menor atención a nuestro amigo. - Y una cosa más... - de pronto su actitud cambió. Antes se veía enojada y dispuesta a hacerme entrar en razón, pero ahora su mirada estaba vacía y su expresión era tan dura que causaba escalofríos. Su voz se volvió un susurro, pero no hacía falta que hablara alto para dar a entender la crudeza de su amenaza-: Vuelve a meterte con mis padres y te juro que será lo último que digas en toda tu vida.
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Levi's diary
FanficMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...