Betrayals 1 ✔️
Todo una obsesión desafortunada.
Lo que todo comienza con una obsesión termina siendo una locura.
Él la acecha como nunca antes lo había hecho y ella solo lo observa.
Dos almas gemelas pueden encontrarse sin ser realmente conocidos a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LONDRES, INGLATERRA. | CLARISSA.
No tardaron ni veinticuatro horas en desaparecer a Peter de la existencia del mundo. Había dejado a casi diez agentes vigilando la casa del mejor amigo de mi hija, todo para que se encontrara seguro en su hogar, pero fue en vano, ya que aun así lograron secuestrarlo.
Ahora no solo mi hija estaba en peligro, sino que su mejor amigo también, y eso me ponía de un humor fatal.
Perdí todo contacto con ambos, no sabía sus ubicaciones, no tenía y tampoco conseguía alguna pista de donde se podían encontrar, parecía como si la tierra se los hubiese tragado por completo. Me lo esperaba de los Clynner, ellos eran expertos en desaparecer de la faz de la tierra.
La última señal que tuve, fue en Italia, pero luego, no supe nada más. Uno de mis hombres supuso que habían ido a otro país en Europa, que era lo más probable, ya que Masen Clynner y su familia controlaban la mayor parte del territorio europeo.
Esas no eran buenas noticias, porque quería encontrar a mi hija y Peter lo antes posible.
Estaba lidiando con la desaparición de ambos, pero había olvidado que también tenía un problema en mi vida personal, y ese problema tenía nombre y apellido, Alex Woods.
El padre de mi hija solo sabía darme problemas con la justicia. Anoche me habían llegado videos de él jugando en un casino en Las Vegas, en resumen, quedó en bancarrota y apostó un dineral.
Dinero que no tenía, así que tuve que ocuparme y pagar medio millón de euros a un maldito hombre que tenía pinta de ser un criminal como el estúpido de mi exesposo.
Esta mañana aterricé de Estados Unidos con ojeras más grandes que el planeta tierra y ahora me encontraba en la oficina sentada con un mapa de China en frente.
¿Por qué China? Claramente, mi hija no iba a encontrarse allí, pero mi trabajo lamentablemente no solo se trataba de recuperarla, tenía que encargarme de otros asuntos o me quedaría sin el asiento que luche años por tener.
En China había muchas movidas ilegales, todo se trataba de venta de mujeres y niños, órganos y hasta casas ocultas donde prostituían a las mujeres en contra de su voluntad. ¿Qué teníamos que hacer nosotros? Lograr que esos niños y mujeres estén a salvo, por lo que teníamos que organizar un operativo y viaje al continente asiático lo antes posible.
Teníamos en mente hacerlo dentro de unos días, muchos de nuestros agentes principiantes estaban entrenando para acompañarnos a la misión, por lo que tenía que vigilar que no se equivocaran en nada.
— ¿Alguna idea? — me pregunta Sergio, mi mejor agente y se podría decir que mi segunda mano. Observé a mi mejor agente y negué con la cabeza, en estos momentos me sentía completamente bloqueada.
Si mi hija estuviese en mi casa, recostada en su cama o hasta en el shopping, estaría definitivamente mucho más tranquila y concentrada, pero no lo estaba, ni tampoco lo iba a estar sabiendo que entre todas esas opciones, ella estaba en una ubicación desconocida y con un maldito mafioso.