CAPÍTULO 15

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Pasan pocos días, Rengoku y Sabito empezaban a sospechar sobre las salidas de Makomo, que se esfuma cada que están distraídos y justo era ese momento en el que Kyo fingió estar dormido para poder seguir a la menor y así fue. Pero no contaba que la niña es bastante astuta y se dió cuanta que la seguía así que para en seco.

—¿Qué pasa?— voltea inocentemente la beta.

—Vas con Giyuu ¿verdad?...— pregunta esperanzado el rubio.

—Si, pero no puedo decirte dónde está, lo siento, confía en mi— dice Makomo.

—Lo entiendo y ¿esta bien? Quiero decir ¿están bien?— sigue cuestionando con ojos suplicantes a la contraria.

Esta solo suspira conmovida —Si, todo está bien—.

—Ya veo, me alegro— sonrie aliviado aunque no podía ocultar su tristeza.

—Bueno, adiós señor Kyojuro!— se despide la cazadora y se va rápido.

La cazadora sigue visitando con gran alegría a Tomioka, Sabito y Rengoku están enterados de pero por respeto y darle espacio al omega aunque estuvieran impacientes por verlo, no insistieron en ir con él. Llega el día de la junta de los pilares una mañana soleada pero tranquila, ya los hashiras llegaban poco a poco pero todos estaban de acuerdo en algo y están impacientes en ver al pilar del agua después del gran secuestro.
Todos habían llegado ya menos el más mencionado, confundidos ven salir al gran maestro.

—Buenos días maestro!!— todos los pilares se incan a su presencia.

—Les doy la bienvenida a todos, se que todos están alegres por el regreso de nuestro Pilar del Agua— sonríe dando una señal con su mano haciendo que salga de su finca el omega.

Todos se sorprenden, estuvo todo ese tiempo de espera con Ubuyashiki, obviamente él más impactado fue Kyojuro Rengoku.
Giyuu sale y se agacha en modo de saludo a los demás y va a formarse que para buena suerte quedó al lado del rubio.

—< está al lado de mi! Después de meses, semanas! Quiero abrazarlo...quiero besarlo...extrañé tanto ver su lindo rostro... >— piensa Rengoku aclamando al azabache.

—Nuestro amigo y compañero sufrió meses en un infierno con una de las lunas superiores, viviendo cosas inhumanas y inmorales...es algo digno de aclamar que siga en pie, mis respetos Giyuu Tomioka— agrega el patrón incandose en modo de respeto ante él y junto con él todos los pilares hicieron lo mismo.

—< oí que tiene un cachorro!! Un cachorro de ese demonio? Que horror! Pero debe de ser tan adorable~ >— piensa y piensa la hashira pelirosada.

—< así que es bueno para tener crías que hasta puede tener de un demonio, que extravagante!! Necesito detalles, no he podido tener con ninguna de mis esposas, ¿si le ofrezco algo para que tenga al mio? Mmm >— igual piensa Uzui.

—< ¿En qué momento se fue? >— indaga en su distraída mente Tokito.

—Sin más, traten bien a nuestro pilar, digno de admirar por su resistencia,  algo nuevo que logró saber es sobre que los demonios buscan ser más fuertes, tener generaciones fuertes, tenemos que estar atentos— agrega finalmente el enfermo patrón.

—Si maestro!!!— todos gritan y se despiden de él.

Todos los pilares saludan alegres a Giyuu, se van ya que sabían que necesitaban dejarlo a solas con el pilar de la flama.

—G-giyuu!— toma valor para hablar el rubio.

Tomioka no le da respuesta pero solo voltea a verlo ante su llamada y minutos después queda impresionado pues el alfa en frente se arrodilla a tal punto de poner la cara en el suelo.

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