𝒊𝒙. 𝗶 𝗺𝗶𝘀𝘀𝗲𝗱 𝘆𝗼𝘂..

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𝖢𝖠𝖯𝖨𝖳𝖴𝖫𝖮 𝖭𝖴𝖤𝖵𝖤 | 𝗧𝗘 𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔𝗡̃𝗘̄

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𝖢𝖠𝖯𝖨𝖳𝖴𝖫𝖮 𝖭𝖴𝖤𝖵𝖤 | 𝗧𝗘 𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔𝗡̃𝗘̄...

───Encontré las flores secas, son...lindas ───Expresó Aleen mientras caminaba y dejaba en un puesto la flor que Tewksbury le había dado.─── Aunque las flores no...por así decirlo, no me interesan.

───Es porque eres ignorante───Se quejó mientras recogía la rosa y luego la ponía en su bolsillo guardandola para otra ocasión.

───¿Ignorante? Que grosero───Dijo de manera sarcástica porque no se lo había tomado enserio.

───Ignorante por elección.

───¿Sabes? Cambié de opinión sobre ti, niñito. ───Enola se unió a la conversación soltando una risita sarcástica en el camino.

───¿Cual niñito? soy un hombre───Dijo el castaño mientras se acomodaba la ropa con una mueca extraña. Aleen no pudo evitar rodar los ojos ante la discusión que de seguro se formaría.

───Serás un hombre cuando yo lo diga.───La castaña miró de mala manera al vizconde. Sin embargo, Tewksbury la ignoró pues decidió arriesgarse y halagar a la de los ojos lindos que estaba en su mente desde que la conoció.

───En mi mente te ves mejor con vestido ───Lo que dijo el vizconde dejó helada a la muchacha, de verdad Aleen no se esperaba que el se dirigiera de esa forma a ella.───Te extrañé Aleen Holmes...

Tragó grueso analizando las palabras que acababan de decirle, estas entraron como dagas a su mente y corazón, más aún ella no lograba formular una respuesta coherente que no se viera─escuchara─ de forma "desesperada".

───Se podría decir que...

───Ella no te extrañó, solo se vio arrastrada hacia tí.

───Yo también te extrañé───Suspiró en voz baja la castaña rendida pues su hermana había interrumpido lo que ella le quería decir al agraciado muchacho.







Por fin llegaron a la habitación donde ellas pasaban la mayoría de su tiempo investigando sobre el paradero de su madre y otras cosas, Aleen estaba sentada en una silla jugando con una pluma mientras esperaba que una de las personas se dignara a hablar algo decente y que no fuera para empezar una discusión que después ella tendría que detener.

───¿Aquí se hospedan?

───¿Tú que crees?

───Me dí el lujo de pagar algo...más cómodo.───Respondió incómodo Tewksbury intimidado por el tono sarcástico─no frecuentado─que Aleen había usado.

───La dueña nos aseguró que era un buen lugar.

───La dueña les mintió.

Entonces de nuevo una pequeña discusión se formó entre Enola y Tewksbury, mientras ellos debatían ese tema Aleen pudo ver en la rústica madera una carta en la que pudo apreciar que decía "Brigitte Rosier"

𝐇𝐎𝐋𝐌𝐄𝐒 ; t𝖾𝗄𝗐𝗌𝖻𝗎𝗋𝗒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora