Kasumi está decidida a darle fin a la pesadilla que vive junto a Shizuku, alguien quien creyó que la amaba.
Aclaraciones:
1.- Los personajes principales son del spin-off de la serie Love Live (Love Live Nijigasaki).
2.- La historia no me pertene...
Shizuku:-¿Cómo has estado campeona?-. (Shizuku sentó a su pequeña hija en una de sus rodillas, antes había despedido a Ai y a la omega para empezar a caminar por el parque y recientemente, terminar sentadas en una banca frente a los platos).
Keke:-¡Muy bem mamá!-. (respondió feliz. Shizuku sonrió y le abrazo).
Shizuku:-Te extrañe tanto, cuéntame ¿cómo esta mamá Kasumi?-. (preguntó).
Keke:-Ella ha llorado mucho mami gatita-. (se removió triste).-Ella llola pol las noches cuando estoy en mis sueñitos, la escucho, pero ella no se la cuenta-.
Shizuku solo pensó un momento las cosas, analizando el hecho de que no estaba con Kasumi, y el hecho de que esta llevaba su marca aún.
Tal vez pensaran que Kasumi es la única que lo siente; esa gran desconexión con ganas de morir y dejar todo atrás porque estas solo. Pero no, Kasumi no era la única. Shizuku tan solo un día que sintió y desolado departamento cayó en una pequeña pero tortuosa soledad.
Lloro incontables noches. Todavía recuerda lo tan desesperada que estaba por encontrar un ramo perfecto para regalarle a la omega. Porque si, Kasumi en silencio pedía muchos detalles y quería que su alfa fuera detallista. Que le trajera chocolates, ramo de rosas y que su vida fuera como la primera vez que se conocieron, así de emocionante.
Recuerda cuando tomo su pequeña manita y la acaricio lentamente hasta que la otra quedo dormida en su hombro.
O cuando le dijo que esperaba un cachorro y sintió la euforia por ser mamá. Cuando vio su vientre crecer día a día y se ponía muy bonita. O simplemente cuando escucho por primera vez los latidos de su cachorro, no pudo haber mejor momento en su vida que el saber que sería mamá y que esta con la omega más hermosa sobre la tierra.
Fueron bonitos momentos que no olvidara.
Y todo lo perdió con un estúpido empleo que puede reemplazar. Porque a su familia nunca, y sabía que no volvería a ser lo mismo.
Dejo una mueca de tristeza atrás para prestarle atención a Keke.
Shizuku:-¿Tienes hambre?-.
Keke:-Shi mami, me duele la panshita-. (toco su pancita mientras sonreía).
Shizuku:-Bueno, es hora de comer-. (cargo a su hija).-Hora de irnos por unas ricas pizzas, ¿o prefieres ramen o hamburguesas?-.
Keke:-¡Shii!-.
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8 años atrás, Odaiba, Tokio.
Caminaba por los pasillos del colegio manteniendo una postura rígida porque hace unos momentos acababa de terminar con su novia, la cual solo se aprovechaba de ella. Se sentía sola y ahora las lágrimas bajaban por sus mejillas. Todas la veían confundidas y algunas trataban de ayudarla. Se fugó de los pasillos donde había demasiada gente para adentrarse a la sala de música, la cual estaba sola. Suspiro por un momento recargándose en la pared. Callo lentamente quedando sentada mientras tomaba sus piernas y se hacía bolita para llorar más fuerte.
Un sonido peculiar llamo su atención. Al parecer no estaba sola, pues alguien tocaba el piano, una típica sinfonía de Beethoven. Se asustó un poco al principio, se paró de aquel lugar y camino, pero luego todo susto se disipo al ver a alguien tocar.
Su piel era tan blanca como los copitos de nieve. Sus mejillas levemente sonrojadas, y su largo y brillante cabello castaño la hacía ver tan hermosa
Se dejó guiar por la melodía y se quedó para seguir observándola sin darse cuenta que la pequeña partitura había sido terminada.
Shizuku:-¿Qué haces aquí?-. (pregunto la otra fríamente, alejando sus pálidas manos de las teclas del piano).
Kasumi al momento pensó que eran simples palabras al aire. Pero cuando sintió una mano en su hombro, volvió a la tierra.
Shizuku:-Pregunte, ¿Qué haces aquí?-. (la pálida no quería intimidar a la joven. Y es que con tan solo una palabra, convirtió a la peligris en un pequeño pollito frente a semejante mujer).
Kasumi:-Y...Yo...Pensé que estaba sola-.
La alfa la miro con confusión.
Shizuku:-Llevo aquí más de dos horas, no puedo creer que no me notaras-.
Kasumi:-Lo...Siento-(respondió).-S...Solo...Y...Yo m...Me voy-. (sintió su corazón doler de nuevo ante el recuerdo de unas horas atrás. Caminaba hacia atrás sin darse cuenta que casi tropezaba con un pequeño violín en el suelo).
La ojiazul la tomo de su fina cintura antes de que callera, y pudo tenerla más cerca. Su cara estaba hecha un lio, sonrojada hasta las orejas. Las dos se miraron por u largo tiempo, mirando el universo en los ojos de la contraria.
No solo eso, la extraña conexión que había en ambas.
