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Escrito #13 Corazón sangrante de un alma rota

Cuatro de la madrugada, escucho la lluvia caer y por mi ventana los rayos veo caer, en la lejanía te alcanzo a ver, es solo un espejismo en el que mi mente quiere creer.

Con el corazón herido y mi alma hecha pedazos, por culpa de tus pecados, aun no te dejo de querer, mi piel sigue extrañando tu ser, tus caricias y besos antes de dormir y al amanecer, mi cuerpo pide a gritos volverte a ver.

Aun no he muerto de amor, aquí sigo en pie, con la esperanza de volverte a ver, mirarte a los ojos, decirte que te amo y verte desaparecer, en la oscuridad de la noche, ahogándome en la soledad, voy sin rumbo en el coche y sobrio aun estando en ebriedad.

Tengo el alma rota, no te quiero volver a ver, porque si te veo me muero, y no te daré ese placer, lloro por las noches encerrado en mi habitación, enciendo un cigarrillo mientras para no pensarte, mientras las estrellas contemplo desde mi balcón, con ganas de llamarte para decirte que te odio, pero recuerdo que el sentimiento pesa, y aunque ya por ti no siento nada, pensar en ti me estresa.

Quisiera que te sientas como yo siento, para que entiendas mi sufrimiento, pero el karma vira a la larga y quien riendo las hace, llorando las paga, no te deseo el mal, pero tampoco el bien, solo quisiera que desaparezcas y que se desvanezcan mis recuerdos contigo también.

Odio todos los besos que nos dimos, odio todos los te amo que te dije, odio todo lo que tenga que ver contigo, devuelveme todo el tiempo perdido y los momentos maravillosos que viviste conmigo.

Hoy me voy con el alma rota y el orgullo herido, por culpa de tu falso amor y tu juego de niños, regalandome tus sentimientos fingidos, asesinando mi buen corazón, helando mis sentimientos y convirtiéndome en un cabrón.

Por culpa de tus acciones es que los hombres buenos terminan siendo como dices que son, todos unos perros sin sentimientos y sin corazón, pero las culpables son las mujeres desde el principio con Adán y Eva, en el Edén después de la creación.

Aquí hoy me despido y escribo está carta con la sangre de mi corazón, sin lágrimas en mis ojos y muriendo de dolor, la mujer que más amé se fue y me traicionó, se repite la historia de mi vida, como fichas de dominó que caen, porque alguien las derribó, adiós, hasta aquí llegó mi vida, sin años de debut ni despedida, y yo solo deseo, no encontrarte en la otra vida.