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Baji al ver que no podía quitar la cadena que aprisionaba mi tobillo, se alejó para buscar unas llaves pero al no ver resultado, se encontró una hacha pensaba para que tendría una arma en este cuarto cada que lo pensaba me daba más miedo estar con Kazutora.
Baji se acercó con la hacha en mano levantadola para dar con la cadena.
-No te acerques mucho, no quiero lastimarte _____- me veía con tristeza-
-Esta bien no te preocupes Baji- le di una sonrisa-
Con mucha fuerza la hacha terminó por romperse lo cual suspiré tranquila, Baji me tomó de la mano para irnos del sótano.
Aún no puedo creerlo sentía el tiempo eterno en ese sótano por fin iba a decir adiós aquel sufrimiento.
Vi como Baji prendía su moto me subí en la parte trasera y lo abracé para que el acelerará para alejarnos de aquella casa.
Tenía sentimientos encontrados al no ver de cercas a esa casa y el sótano, mis lágrimas comenzaron a derramarse con intensidad era libre, el viento chocaba en mi cara moviendo mis cabellos, no me molestaba esa pequeña cosa la extrañaba.
Creó que fue alrededor de una hora cuando llegamos a un vecindario tranquilo, bajó de su moto para ayudarme a mi.
-Yo vivo con mi mamá- me mira apenado- le conté sobre está situación y ella nos dará apoyó-
-Me alegra saber que no estaré sola en tu casa baji- sonreí-
-Antes de entrar ______, puedes salir cuando quieras no te voy a tener encerrada como Kazutora- me mira serio tomándome de los hombros- bueno por ahora hablemos adentró, tenemos mucho que charlar-
Asentí para que Baji me diera el paso para entrar a su casa, era todo un caballero, su casa era tan acogedora y linda, su mamá nos dio la bienvenida me tomó de mis manos preocupada.
-Mi niña estarás bien con nosotros, Baji y yo te protegeremos- me mira dándome ahora una dulce sonrisa- está es tu casa-
-Muchas gracias señora ah- hice silenció al no saber su nombre-
-Llamame Ryoko- soltó una risa- puedes bañarte te pondré ropa en la habitación de mi hijo-
Mire a baji apenado
-Puedo cambiarme en su baño señora Ryoko, por mi no hay problema-
-Claro que no, la habitación de mi hijo será tu nueva habitación- dice con autoridad-
Cuando dijo eso solo vi a una mamá y su hijo discutiendo de manera que era bastante gracioso verlos, hasta que se calmaron, para que la señora Ryoko fuera a la cocina.
