⃝⃕Úɴɪᴄᴏ

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Jungkook pateó una piedra que estaba en el suelo, bastante molesto de que le sacaran de su casa de forma tan imprevista. Había creído que podría pasar la tarde jugando videojuegos, tomando una taza de leche chocolada mientras se hundía en su cama bajo las calientes sábanas que su madre había lavado para ese frío invierno, pero no, estaba ahí, en medio de la calle caminando detrás del jodido omega enano y quejándose de que sus planes se irían al caño por culpa de la tan idea de Jimin.

Una pijamada durante los tres días de tormenta.

No entendía como su mamá había decidido dejarlo ir a su casa de Hoseok tan fácilmente, no confiaba en nadie más de ese grupo, agregando a sólo una persona más. Para su mala suerte sus amigos dejaban muy malas impresiones, como la vez que Namjoon había quemado su cocina de su madre.

"¿Por qué tenemos que ir a la casa de Hoseok hyung?" Se quejó por tercera vez en ese rato el rubio, Jungkook cargaba una pequeña mochila en su espalda, las mudas para esos tres días en la casa de su hyung.

No podía imaginarse qué clase de escenario iba a tener una vez llegaran.

"Porque Hoseok planeó algo para los siete" contestó complemente irritado el omega, Jungkook podría llegar a ser un cachorro caprichoso pese a tener veinte años.

Jimin no se extrañó cuando vio que el rostro de Jungkook se enfocaba por completo en él y sus ojos brillaban. "¿Irá Taehyung?" No dudo en preguntar, haciendo negar al castaño que evitó reírse del menor.

"Por supuesto que irá, por eso dije que es plan para los siete" contestó simple el más bajo, Jimin alzó las cejas dejando escapar por fin una pequeña sonrisa pícara y burlona. "¿Ahora quieres estar en casa antes que en casa de Hoseok donde estará Taehyung?"

Jeon negó dándole un empujón al mayor cuando este le golpeaba con su cuerpo tratando de avergonzarle por algo tan obvio. "No, no quiero regresar..." murmuró.

Por primera vez en su vida se sintió arrepentido de haberle confesado a Jimin que estaba enamorado de su Taehyung, jamás se había imaginado que él llegaría a estar tan prendado del chico que casi le había cuidado miles de veces durante el colegio y fuera de él, su cercanía con el ahora azabache había superado a la de todos y una vez que el mayor se presentó como omega las cosas iban peor con su resistencia a su alfa.

Taehyung había tenido su celo dos años después de lo normal, para una herencia genética de omega con retrasos no fue extraño, el azabache estaba acostumbrado a ello, mas no fue fácil para Jungkook asimilar que su mayor era un omega, un omega que era mucho más buscado que antes de que se presentara. Jungkook no era estúpido como para no notar la forma en que muchos miraban a su amigo, por ello se tomó la gran tarea de cuidar de él, ya fuera a escondidas y muy pocas veces con el conocimiento del omega; el mayor no debía de enterarse que había amenazado a más de un lobo para que no acercara a él.

"Ya decía yo que una vez que supieras que Taehyung iría no ibas a desear regresar" masculló el castaño jalando del cuello de su chamarra para tapar de su nariz fría, ambos se congelaban el culo; con suerte les quedaban pocas calles. "¿Y cuándo coño piensas decirle a Taehyung lo que sientes por él?"

Como otras veces el omega le atacó desprevenido, Jungkook miró a su mayor y lo pensó por unos segundos. No era han sencillo.

"No creo que debía decirle aún, hyung" respondió jalando del gorro de su chaqueta de mezclilla negra, estaba casi congelado, pero lo único que le daba tranquilidad era saber que de veía complemente bien.

"Diosa luna, Jungkook" farbulló el castaño dándole un golpe con su puño bajo la lana rosa. "Taehyung está cerca de su celo, lleva tres celos irresistibles, tiene la suficiente edad como para ir en busca de un alfa, ese es el caso bueno. ¿Qué harás si algún alfa decide marcarle? Puedes perder tu oportunidad"

Sweet Night    ⃟κοοκνDonde viven las historias. Descúbrelo ahora