Dos Lunas

Capitulo Unico

Me desperté con el sonido de mi teléfono, podía ver a través de la ventana que aun estaba oscuro afuera por lo que claramente aún era de madrugada. Solo había una persona que sería capaz de llamar a estas horas. Rápidamente tome el teléfono para comprobar que efectivamente era Quackity, usualmente me llamaba cuando las pesadillas de lo que fue su vida pasada lo atormentaban.

- ¿Quackity? - dije apenas presioné el botón de contestar-

Una respiración acelerada acompañada de pequeños sollozos y quejidos me respondieron de vuelta.

- ¿L-Lusu? - respondió la voz del otro lado, aunque se notaba que le costaba hablar entre los hipidos del llanto- V-ven a-a mi c-casa p-por favor, t-te n-necesito-

-Claro, estaré allí en un instante- respondí mientras me levantaba de mi cama y buscaba algunas cosas que sabia necesitaría antes de ir a casa de Quackity. Era algo normal para nosotros que cuando un recuerdo especialmente malo de nuestras vidas pasadas regresaba nos llamaríamos para buscar apoyo y calma en los brazos del otro. Rápidamente salí de casa aun sin colgar la llamada para hacerle compañía a Quackity mientras esperaba por mi llegada.

No paso mucho tiempo antes de que divisara la pequeña isla artificial sin terminar en donde un hibrido de pato con lagrimas en los ojos me miraba. No dude en darle un fuerte abrazo que fue correspondido de inmediato, los temblores aun persistían en el cuerpo contrario, pero poco a poco iban disminuyendo gracias a las caricias y besos que le ofrecía junto con algunas frases que buscaban traerle calma a Quackity y asegurarle que todo estaba bien, que se encontraba conmigo y nada le podía hacerle daño si se encontraba a mi lado.

Eventualmente nos separamos y pude apreciar de mejor manera su rostro, tenía las mejillas rojas y los labios resecos en los que, a pesar de que estaba considerablemente mas calmado, aun se notaba un pequeño temblor, pero lo que más llamo mi atención fueron sus ojos que, aunque estaban algo hinchados debido a las abundantes lagrimas que derramo, brillaban intensamente bajo la luz de la luna. No pude evitar sonrojarme mientras aun los admiraba, creía firmemente que esos dos orbes de color negro eran los más bellos que jamás había presenciado hasta ahora pues en estos se reflejaban lo que era para mi una hermosa alma que era injustamente atormentaba por un pasado que desconocía.

-Gracias- dijo una voz que me saco de mis pensamientos.

Sonreí inmediatamente- Sabes que siempre estaré aquí para ti mi querido Quacks- respondí mientras acariciaba su mejilla y lo llevaba de vuelta al interior de su casa.

Lo guie hasta su cama en donde los dos nos sentamos en un cómodo silencio igual que otras veces. No podría evitar preguntarme sobre el pasado de Quackity, sabia que era un tema delicado del que no le gusta hablar, cuando alguien trataba de hablar sobre esto el inmediatamente cambia de tema o buscaba una excusa para irse y evitar contar algo sobre ello, incluso a mi nunca me ha dicho nada a pesar de que siempre me llama entre lagrimas para consolarlo. Siendo sincero yo ni siquiera he preguntado porque me da miedo que si digo algo el se aleje o evada el tema como con otros porque, aunque somos muy cercanos no confía lo suficiente en mi para decirme sobre lo que lo pone tan mal.

Deseo que nuestra relación mejore, que llega ser mucho mas y por eso mismo he estado trabajando en como abordar el tema de su pasado de forma que no parezca demasiado brusco, ahora solo estoy buscando el momento adecuado para poder hablar y compartir con él mis experiencias del pasado y él pueda compartir conmigo las suyas.

Regreso a mirar para mirar en su dirección, su mirada esta enfocada en la nada, callado como de costumbre en estas noches reflexiona sobre sus recuerdos y su pasado antes de llegar a Karmaland, a pesar de lo común al ambiente es diferente como si algo me empujara a animarme a romper este silencio y preguntar. Asi que me arriesgo, tomo aire y abro la boca para dejar salir las palabras.