Quirk Demoníaco [reescribiendo]

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 III

Un delicado recuerdo suyo hizo acto de presencia en sus pensamientos mientras iba a regañadientes con el villano.

«Él no tiene que terminar como yo. ¡no permitiré que este bebé sienta lo que es perder una familia!» pensaba con tristeza el demonio, cosa que era reflejada en su rostro. Siendo esto notado por Inko.

Ese sujeto de cabellera rosada estaba triste, triste por su Izuku. Se sentía muy familiar... cómo su Izuku. Inko no lo entendía, pero no había tiempo para pensarlo, él estaba a punto de entregar a su pequeño en las manos de ese horrendo hombre. No podía quedarse sin hacer nada, ¡tenía que... decir algo!

«Estamos aquí para redimirnos. ¿Está bien lo que estoy haciendo? Creo que sí, no puedo dejar que él se desvíe del camino como yo lo hice» pensaría molesto.

«¡Maldición! Nunca pude proteger a nadie, soy un inútil» pensaría ahora mientras sus ojos comenzaban a humedecerse, estando al borde un su estallido emocional.

«Esto no estaría pasado si los hubiese acabado cuando fui invocado en el departamento. ¡Inútil! ¡Soy un Inútil!»

«¿Ahora como podré ver a los ojos al resto de las lunas? Metí la pata en mi primer día» pero Akaza inconscientemente levantó su mirada del suelo, como si unas delicadas manos lo hubiesen movido. Ahí la vió y cruzó miradas con la peliverde mayor, con esa mirada, se dijeron todo lo que tenían que decir e Inko le sonrió.

El demonio tatuado dejó de caminar mientras se le quedaba viendo. Esa sonrisa, era hermosa. Le recordó a cierta mujer que fue muy importante para él en el pasado.

Aunque grandiosa fue su sorpresa, cuando "inconscientemente" levantó su mirada hacia el cielo, la misma sensación de antes volvió, y ahí apareció ella...

¡Akaza tomó su decisión! Y al siguiente parpadeo volvio en sí. «"Sí él muere, ustedes también…"» con esa frase de vuelta en su mente, sus ideas se habían reacomodado. Esta dura decisión que tomará afectará el futuro de Izuku de aquí en adelante.

—¡¿Qué esperas?! ¡No te quedes ahí parado y tráeme al bebé! —Jotsu dijo, mientras perdía la poca paciencia que le quedaba.

—¡Protege a Izuku! No permi... ¡¡Mmm!! —pero molesto, el villano le había tapado su bocota a base de puro slime. Así, comenzando a restringirle al aire.
—No te metas perra. ¡Y tú! —se dirigió ahora hacía Akaza— ¡E-Entregamelo! ¡Última oportunidad, no me hagas perder la poca paciencia que me queda! —decía con sus nervios al límite.

—Lo siento —Akaza dijo dando pequeños pancitos hacia atrás. Inko lloraba mientras era asfixiada, pero de alegría, ahora ese villano tendría las manos muy lejos de su pequeño —Lo siento mucho —repetía el demonio con pesar, resignándose con su propia decisión. Pegando un salto hacia atrás, cayó junto a los héroes.