Después de lo que parecieron millones de kilómetros, logré llegar a casa de Ely, ubicada en los suburbios de San Francisco, un lugar precioso y mágico, siempre soñé con venir aquí pero antes por la escuela no había podido, ahora que ya me gradué no hay impedimento para disfrutar los atardeceres de esta ciudad, podría vivir y morir enamorada del cielo por las tardes.
En fin, Ely es mi mejor amigo desde la infancia, crecimos juntos hasta hace 3 años cuando el cumplió 18 y se mudó acá, San Francisco, y yo que aún tenía 15 me quedé en casa con mis padres, ahora mismo ya soy mayor edad, hace 1 mes exactamente cumplí la mayoría de edad y para ese momento ya tenía absolutamente todo preparado, maletas, gasolina en el auto, música para el camino, hasta dulces para llevar y todo. Mis padres por el contrario de afligirse estaban felices, dicen que será una buena oportunidad para crecer más allá de nuestro pueblo, un lugar pequeñito, alejado y reservado, con unas noches estrelladas impresionantes, unos atardeceres de espectáculos y mañana nubladas y blancas. Si, un paraíso para quién busca paz. Pero no es el lugar donde puedes hacer algo grande y llegar lejos, así que mientras ellos van a un viaje de pareja (espero no me den hermanitos ahora), yo me mudaré a San Francisco por un año, con Ely, y la vista hermosa del cielo.
Por cierto, Ely siempre tiene problemas con su nombre, antes cuando lo mencionada sin su presencia las personas solían creer que hablaba de una chica, pero no, Ely es una chico, uno de 21 años, amable, aventurero, y feo, muy feo, en serio, es gracioso, pero es feo en verdad.
Bueno, vale, está bien, no es tan feo, en realidad es guapo, va al gym y tiene mejor skin care que yo, pero suelo decir eso para que no se acerquen chicas a él, si, soy la mejor amiga molesta arruina ligues, pero, en mi defensa, a él le gustan los chicos, así que prácticamente le hago un favor ¿No? ¿NO? Bueno, yo creo que sí.
Aparco el auto justo delante de una casa, una bonita con tablones de madera clara en las paredes, barandales de la misma madera pero más oscura y bonito espacio delantero cubierto de grama lisa sin flores -podría sembrar unas cuentas, pienso- la casa tiene una escalera justo al centro, es como esas típicas casas américas elevadas, de dos pisos, con un pequeño balcón superior también en madera más oscura y un techo inclinado como V volteada, es muy bonita, algo simple pero con estilo, si, mucho estilo, porque si algo tiene Ely, es una increíble capacidad de poner s toque en todo, así que aunque todo por fuera es madera pulida también hay un par de adornos dándole vida, unos listones de colores cubren los postes de madera de cada esquina y los dos junto a la escalera, si lo ves rápido creerías que es decoración para una fiesta, pero en realidad, en todas las fotos que Ely me ha enviado, siempre han estado ahí, los puso a la semana de haber llegado alegando que su casa tenía que verse distinta del resto y que siendo gay alguien debía notarlo -río recordándolo- también hay un par de lucesitas navideñas colgando del balcón sobre los barandales de la entrada, color crema o amarillo, no lo sé, pero son esas bonitas que le dan un toque suave a los árboles, me encantan esas, también hay unos cuantos adornos de cerámica en la pared alrededor de la puerta, a Ely le han gustado ese tipo de manualidades siempre, así que cada uno de esos adornos fue hecho por él, hay un búho, una estrella, varias flores, una nota musical, la bandera gay, la bandera de San Francisco, un balón de fútbol, y el más importante, justo sobre la puerta, un pajarito, brillante, pequeño, de color blanco con toques naranjas en las plumas de las alas, están extendida como si estuviese apunto de emprender vuelo, es hermoso, y es mío, desde niña me ha dicho que le recuerdo a un pajarito -no tengo idea porqué- y como mi color favorito es el naranja entonces ¡voilà! Un lindo pajarito pequeño para mí como bienvenida.
Bajo del auto cargando mis maletas estaban en el asiento de atrás porque guárdalas dónde corresponde me daba flojera, así que las puse ahí y las acomodaba cada vez que se caían -nada divertido-. Camino hasta las entrada y antes de poner un pie en el primer escalón la puerta de la entrada se habré revelando a un Ely entusiasmado y un par de chicos detrás con una sonrisa -Calum y Caleb, gemelos, y amigos de Ely- salen los tres corriendo por las escaleras.
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El Naranja Perfecto
Teen FictionMe he animado a publicar al fin una de mis historias, iniciaré con esta, es una creación nueva fuera de mi zona de confort, género romance, tendrá humor, amor, y mucho color naranja, y espero que puedan amarla y disfrutarla como yo escribiéndola, be...