Mortales ojos verdes(Traduccion)

Capítulo 20

Dumbledore observó cómo los estudiantes salían del salón de clases y notó que Shire fue la primera en irse, arrastrando a un Riddle apaciguado y sin mirar atrás ni una sola vez.

Dejando escapar un fuerte suspiro, se sentó en su escritorio sintiendo que los años lo aplastaban. Apoya su mano sobre el libro de cuero rojo que llegó ese día por correo, por un cuervo grande y oscuro. No tenía una nota, ni un nombre vinculado, pero sabía quién lo envió. La primera reacción del pájaro fue, por qué enviarías un objeto peligroso y privado en una ayuda de comunicación tan sospechosa, pero, como él, siempre tuvo gusto por el estilo. Es consciente de la urgencia de abrir y leer su contenido, pero el temor le impedía hacerlo.

Ponerse de pie se sentía agotador, pero necesitaba caminar, así que lo hizo. Daba vueltas por su oficina, recordando el momento en que los ojos verdes habían hecho un destello rápido, haciéndose más brillantes e incluso más verdes por solo un segundo, pero no entendía por qué o cómo sucedió. No era como el brillo que tantas veces le habían dicho que tenía en los ojos cada vez que planeaba algo u ocultaba un secreto, un brillo que molestaba a mucha gente, no, era diferente.

Tal vez, pensó alguna vez, tenía algunas habilidades muy limitadas para cambiar algunas de sus características, solo lo mínimo, y las estaba usando para hacer que sus ojos fueran más atractivos o, como algunos animales con sus colores brillantes, para alertar a los demás de lo peligroso que era. y letales eran.

¿Fue Shire exactamente eso? ¿Letal?

La idea sonaba ridícula, incluso cuando la mencionó en su visita a Hungría hace meses. ¿Pero fue eso?

Sacudiendo la cabeza, descarta esa idea. No era más peligroso que un mago oscuro en ciernes. El chico era joven, ingenuo y hambriento de amor; él podría ser moldeado.

La idea era una locura, pero vio su error en la forma en que se acercó a Tom Riddle hace años, pero no se disculpará por nada más que haya sucedido con el niño. Muchacho con Shire, todavía tenía una opción. Todavía tenía tiempo.

Entonces, ¿bastaría con tratar de obligarlo a seguir el camino correcto, o hay algo más que pueda hacer?

No tenía muchas opciones, las únicas que parecían posibles eran demasiado complicadas. Conseguir la confianza del niño iba a presentar un desafío mucho mayor que cualquier otra cosa este año. Pero tiene que hacerlo.

Sus dedos rozan el libro, justo cuando una idea aparece en su cabeza.

Hadrian vuelve a mojar su pluma en el tintero y empieza a extrañar los bolígrafos que usó al final de su vida. Eran tan prácticos y cómodos. Tal vez eso podría ser algún iniciador de negocios, papelería que no sea antigua. Tararea, notando mentalmente que tenía que hablar de eso con Tom.

Escribe la respuesta en el pergamino, justo cuando alguien se sienta a su lado con un fuerte golpe.

Volviéndose hacia un Abraxas con el ceño fruncido, toma toda su compostura para no llorar para que se vaya y, en cambio, asiente con la cabeza alentador.

"Lo siento, pero Adrian me está volviendo loco".

"¿Por qué? ¿No puedes dejar de pensar en él?" Pasa la pluma por encima de las palabras que está leyendo, su atención una vez más en el libro, buscando una respuesta mientras trata de detener un bostezo. Hadrian no se dio cuenta cuando Abraxas parpadeó momentáneamente.

"¿No? No, solo sigue hablando y hablando sobre la traición de mi familia, y sobre cómo estoy muerta para él".

"¿Oh? ¿Pero sigue llegando a los muertos para quejarse?"