capítulo 3

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   El barco llego al puerto y Guido organizo las tareas de sus compañeros. Él y Lorenzo irían en busca de información, cada uno a diferentes puntos. Bianca iría en busca de suministros para el nuevo viaje. Mientras que Massimo y los demás se encargarían de las reparaciones del barco. Massimo ya se encontraba con las labores de reparación. Guido y Lorenzo se preparaban para pasarse varios días fuera.

-Te vas sin despedirte.

Bianca entro sin que él se diera cuenta y se colocó muy sensual quedando solo a centímetros de él, era imposible ignorarla, estaba más bella que nunca, lo sabía a pesar de que estaba detrás. Lo hacía a propósito para provocarlo y dejarlo con ganas antes de que se fuera.

-Ya me despedí de todos cuando les di sus tareas.

Sabía lo que ella quería, pero no estaba dispuesto a ceder a sus provocaciones. Eso no era lo que quería, él quería alejarse de ella. Era como si tuviera algún poder sobre él. Después de que lo seducía era casi imposible resistirse.

-Sabes de lo que te hablo, no me darás un beso de despedida-Le susurró al oído para después darle un mordisco.

Guido volteo la cabeza para mirarla y sus labios casi estaban juntos.

-Me es imposible resistirme y se que te pasa lo mismo-Lo dijo susurrando.

Ella comenzó a besarlo al tiempo que metía  sus manos por debajo de la camisa. Él sabía que debía pararla, aquello no podía seguir o después no iba a poder alejarse de ella. Tomo sus mano y la aparto suavemente para no parecer brusco.

-Qué pasa?-Le pregunto ella.

-Sabes que no puedo hacerlo.

-Claro, la venganza. Yo lo quiero tanto como tú, recuerdas.

-Entonces deberías comprenderlo. No podemos estar juntos para que esto funcione. El amor supone una debilidad para cualquiera.

-Eso no es verdad, los dos somos capases de cuidarnos. No tenemos que preocuparnos.

-Sabes lo que paso el día del ataque a nuestro pueblo?.

-Todos lo sabemos. Estábamos ahí, recuerdas.

-Si no hubiéramos estado yo ni mi mamá mí padre no hubiese muerto-Dijo casi al salírsele las lágrimas-Nos tomaron de rehenes para poder matarlo.

-Pero tú estabas con él. Tu madre fue la reen.

-Estoy seguro de que él podía liberarse fácilmente. Pero no lo hizo porque hubiésemos corrido peligro.

Guido le daba la espalda para que ella no lo viera en ese estado. Ella se acercó por la espalda y lo abraso.

-Yo nunca te pondría en esa situación.

-Eso no lo sabemos. No me puedes prometer eso. Se hace tarde, será mejor que me valla.

Bianca no supo que decirle. Guido salió del cuarto con Bianca  detrás de él. Él y Lorenzo partieron juntos para separase al salir del pueblo, Bianca lo vio alejarse con impotencia, lo deseaba. Guido se separó de Lorenzo y acordaron reunirse en otro pueblo más cercano a sus destinos un día después. Guido camino por horas hasta que llego a un pequeño pueblo al otro lado de la isla, parecía no estar bien cuidado, sus casas eran pequeñas y no debían vivir más de 50 personas en él. Fue hasta una vieja casa que parecía ser la más grande de todas, pero de las más antiguas de todo el pueblo. Toco varias veces a la puesta hasta que una chica de pelo negro, alta y hermosa abrió.

-Hola. Pensé que ya no me necesitabas, que no vendrías más-Dijo la chica mientras sonreía.

-Sabes que aun necesito información.

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