¡ dos !

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Minho tenía un problema. Uno muy grande. Había olvidado sus llaves en el estudio; razón por la cual estaba sentado frente a su puerta, esperando que esta fuera a abrirse por sí sola en algún momento como por arte de magia.

Mientras, Jeongin observaba todo cómodamente desde la puerta de su departamento, teniendo cuidado de que él no fuera a verlo. Entonces, vió a Minho levantarse del suelo y caminar hacia él, llevándolo a cerrar la puerta rápidamente debido a los nervios. Él tocó la puerta esperando que Jeongin abriera, lo cual no ocurrió.

— ¡Hey! —chilló, sabiendo que el pelirrojo podía escucharlo— ¿Podrías abrir? Olvidé mis llaves y no puedo entrar a mi departamento —al oír aquello, Jeongin abrió lentamente la puerta, encontrándose con un Minho muy distinto al que estaba acostumbrado a ver en televisión—. No tengo dónde pasar la noche.

Jeongin quería sentirse mal por él, pero no podía. Quizás seguía algo resentido por lo ocurrido.

— ¿Y eso qué? —por más que fuera su ídolo, hace apenas unos días lo había acusado de estar acosándolo. No iba a olvidar eso tan fácilmente— Ni siquiera me conoces, ¿cómo sabes que no intentaré hacer algo extraño?

Minho suspiró, apoyando uno de sus brazos contra la pared.

— No me importa, necesito ayuda, ¿sí? —Jeongin continuó con la misma expresión, dándole a entender que no aceptaría tan fácilmente, al menos esperaba una disculpa— ¿Realmente tendré que decirlo? —el pelirrojo asintió, soltando una pequeña risa al ver sus cejas juntarse debido a la molestia que comenzaba a sentir, él estaba disfrutando verlo de esa manera— Ugh, sólo lo diré una vez, así que no me hagas repetirlo.

— No me importa, no soy yo quien olvidó sus llaves —se encogió de hombros y luego rió—. Adelante, te escucho.

Minho trató de calmarse un poco, soltando un largo suspiro antes de finalmente hablar.— Bien, sé que tal vez no tuvimos el mejor comienzo y... —de pronto se detuvo, haciendo una mueca extraña antes de volver a hablar— ¡Ni siquiera debería estar haciendo esto!

Jeongin rió escandalosamente ante la nueva faceta que acababa de descubrir sobre el que era su ídolo. Puede que en televisión se viera como alguien maduro, pero realmente se comportaba como un niño, uno de esos pequeños y molestos que tantas ganas le daban de patear

— En ese caso, puedes irte. Tengo cosas que hacer —trató de cerrar la puerta, sin embargo Minho puso su pie en medio, gimiendo de dolor ante el golpe.

— Está bien, lo siento —dijo—. ¿Puedo pasar la noche aquí? No conozco a nadie en este lugar además de ti.

Jeongin calló por largos segundos, riendo internamente al ver la expresión del pelinegro, quien parecía desesperado al no obtener aún una respuesta.

Rió una última vez antes de decir;— Lo siento, pero mi madre dice que no debo dejar entrar a desconocidos a mi departamento.

Dicho esto le cerró la puerta en la cara, escuchando los gritos a través de esta. Tal vez era algo obvio que no lo dejaría ahí afuera, sólo quería fastidiarlo un poco por lo ocurrido hace algunos días atrás, luego volvería para dejarlo entrar y lo pondría a dormir en el sofá, porque no estaba dentro de sus planes el sacrificarse y entregarle su cama. Eso jamás.

Esperó frente a la puerta durante diez minutos, Minho seguía tocando sin parar, así que Jeongin decidió que ya era hora de abrirle. Tomó el pomo de la puerta y finalmente la abrió, dejando entrar al pelinegro, quien aún le veía con molestia a pesar de que Jeongin estaba siendo muy amable al dejarlo pasar la noche ahí cuando perfectamente pudo elegir dejarlo solo a mitad del pasillo muriéndose de frio.

Bueno, realmente no lo hacía por amabilidad; sólo quería que Minho le debiera algo, podría utilizarlo en un futuro a su favor, por ejemplo; para obtener entradas a algún concierto en primera fila o una cita.

— ¿Dónde dormiré? —preguntó casi en un susurro.

Jeongin apuntó el sofá que se encontraba frente a la televisión, ¿qué mejor? Al menos no estaría aburrido si luego no podía dormir.

— Ahí —sonrió—. Ahora iré a dormir. Buenas noches.

Corrió hacia su habitación antes de que Minho pudiera decir algo más, porque aunque dijera que no le dejaría dormir en su cama, si él se lo pedía, estaba casi cien por ciento seguro de que terminaría aceptando de todas formas.

Sólo por ser Lee Minho, Jeongin sería capaz de dormir en el suelo y sin ninguna frazada o almohada si eso significaba que él estaría bien.

Aunque, más que por el hecho de que fuera un idol, Jeongin haría cualquier cosa con tal de gustarle al lindo chico de ojos chocolate.

── fanzoned !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora