Brisa estaba molesta y confundida. No había tenido novedades de Angie desde el lunes y tampoco la había vuelto a ver. Luego de enviarle algunos mensajes para organizar el viaje de la próxima semana y no obtener respuestas, había dejado de escribirle.
Era miércoles y hoy tenían su prueba de Física. Si bien no estaba preocupada por la prueba, si lo estaba por ver a Angie. Realmente esperaba poder hablar con la chica y obtener la explicación que creía merecer.
L- ¿Nerviosa? -Preguntó Lourdes.
B- Y molesta también. -Susurró Brisa.
L- Si no te explica lo que le pasó la mandas a la mierda, amiga.
B- Si claro, como si fuera tan fácil. -Se quejó Brisa mientras se cruzaba de brazos.
Angie entró en el salón, cargando las pruebas e interrumpiendo la charla.
A- Buen día, chicos. Espero se hayan preparado para la prueba y todos puedan demostrar lo que saben. -Habló Angie firmemente y luego de organizar la clase repartió las pruebas.
Sin poder evitarlo su mirada buscó a Brisa y al ver que la chica también la miraba le sonrió, fue una sonrisa cargada de culpa y al no obtener una sonrisa de su parte, supo que la chica ya estaba molesta. Por un lado, pensó que aquello era bueno. Creía que cuando hablaran, sería más fácil lidiar con el enojo que con la tristeza. También sabia que no estaba preparada para eso.
Mientras los alumnos realizaban la prueba, Angie estaba perdida en sus pensamientos. Sabía que la idea de Micaela de renunciar, era la mejor, pero le preocupaba el hecho de decírselo a Brisa. Sabía que iba a perderla y aquello no era algo que pudiera evitar. Si quería que Brisa siguiera estudiando lo que tanto le gustaba, tenía que alejarse y si bien aún no sabía cómo, estaba segura de que no sería nada fácil.
La noche anterior, había decidido comenzar a escribir su carta de renuncia que entregaría el viernes siguiente, de esta forma se aseguraba de cerrar el curso que tanto le había gustado dictar. Además la universidad tendría las vacaciones para encontrar a quien sería su suplente.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando el primer chico se puso de pie para entregar y así lo hicieron varios después. Media hora después solo quedaban tres alumnos y uno de ellos era Brisa. Sabía que estaba esperando a que todos terminaran, Angie había notado que la chica ya no estaba escribiendo y en cambio se entretenía mirándola a ella. Angie estaba nerviosa, la miraba cada ciertos minutos y siempre se topaba con sus ojos. No podían hablar en la universidad, por lo que había decidido pedirle a Brisa que fuera a su casa. Lo había evitado tanto como podía, pero era inevitable.
Los últimos dos chicos se pusieron de pie para entregar, y en cuanto salieron del salón, Brisa también lo hizo y se acercó entregando su prueba.
B- ¿Qué pasa? -Fue lo primero que preguntó al estar frente a Angie quien se puso de pie de inmediato.
A- Tenemos que hablar, ¿puede ser hoy?
B- ¿Pero qué pasa, An? -Insistió Brisa mientras mil ideas pasaban pro su mente.
A- No podemos hablar acá, uno de los profesores nos vio el fin de semana. Te espero esta tarde, en mi departamento. ¿Si? Te prometo que te explico todo.
Brisa se quedó en silencio, sabía lo que aquello significaba. Si alguien las había visto, sería el fin. Sus ojos inevitablemente se cristalizaron por las lágrimas que amenazaban con salir y rápidamente se dió la vuelta para abandonar el salón, dejando a Angie totalmente petrificada y con un nudo en su garganta.
L- ¿Que pasa, amiga? -Preguntó Lourdes al ver a Brisa salir.
Brisa negó con la cabeza mientras caminaba junto a su amiga y secaba las pocas lágrimas que se había permitido derramar.
L- ¿Bri? -Volvió a insistir Lourdes ya en el baño y Brisa no tuvo más que dejar de contenerse.
B- Dijo que alguien nos vió. Todo se va a terminar. -Murmuró Brisa mientras Lourdes la abrazaba para tranquilizarla.
L- Tranquila, Bri. -Murmuró Lourdes mientras acariciaba el cabello de Brisa.
B- ¿Qué voy a hacer ahora?
L- Primero hablen, antes de sacar conclusiones, Bri. ¿Qué más te dijo?
B- Que fuera a su departamento, pero no quiero ir. -Habló Brisa mientras se mojaba el rostro, para tratar de recomponerse.
L- Yo creo que deberías ir y aclarar todo, Bri. Pero va a estar bien como vos lo decidas.
Brisa suspiró y asintió, agradecía que ya pudieran irse. No sé sentía bien como para tener otra clase. Ambas chicas salieron de la universidad en cuanto Brisa pudo dejar de llorar.
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