fifteen. demogorgon

156 21 1
                                    

ɪ ɴ ɴ

ɪ ɴ ᴅ ᴇ ᴍ ɴ ᴇ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

15. ᴅᴇᴍᴏɢᴏʀɢᴏɴ.


Mi cabello seguía sintiéndose húmedo por encima de mis hombros llegando a impregnarse en la tela de mi blusa, sin embargo, no me preocupo en volver a restregar mi toalla en éste ya que me encuentro bastante ocupada abrochando las agujetas de mis botas.

Sólo han pasado alrededor de quince minutos. Los necesarios como para que me diera una ducha rápida, cepillara mis dientes y comenzara a vestirme con lo primero que se encontraba a mi alcance.

Me encuentro bajando las escaleras lo más rápido que puedo. Finalmente me presento en la sala de estar, en donde Kathleen se halla sentada sobre el sillón sosteniendo un libro -del que desconozco su título- en una de sus manos.

Me aclaro la garganta lo bastante fuerte como para que ella aparte la vista del escrito y se centre en mí.

—Fiona pasará a recogerme en cualquier momento —le aviso, tratando de sonar lo más casual posible—. ¿Te parece bien si paso la noche en su casa?

Ella asiente.

—Suena bien —dice—. Pero, ¿me prometes que estarás bien?

—Lo estaré —asiento de inmediato, mostrándole una de mis mejores sonrisas—, te lo prometo.

—De acuerdo. —Ella me devuelve el gesto y, antes de que dé un paso atrás para desaparecer de su vista, su voz me detiene—: Pásala bien, Helena.

No respondo nada esta vez. Simplemente doy un asentimiento con mi cabeza y, finalmente, me retiro del lugar.

En el momento en el que la puerta se cierra a mis espaldas, siento cómo el aire fresco me da la mejor de las bienvenidas cuando me roza las mejillas y aparta los cabellos -medió húmedos, medio secos- fuera de mis hombros.

Me froto los brazos tratando de buscar un poco de calor en mí misma y esperando no pescar un resfriado por salir de casa así como así después de recién haber tomado una ducha.

«¿El tener poderes no me hace inmune a eso?», pregunto para mis adentros, arqueando una ceja con disimulada diversión, aun cuando sé que nadie puede observar mi gesto.

El sonido de un claxon me saca bruscamente de mis pensamientos y pongo la vista al frente, encontrándome con el rostro de Fiona Henderson a través de la ventanilla de la puerta de copiloto.

Me doy cuenta de cómo baja un poco el vidrio de ésta, y dice con la voz alzada—: Deprisa, Helena.

Me dejo caer sobre el asiento mientras que cierro la puerta rápidamente. Antes de que mi amiga ponga en marcha el auto, se detiene a observarme unos instantes.

𝗶𝗻𝗱𝗲𝗺𝗻𝗲 ─ STRANGER THINGS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora