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- Jungkook.. Por milésima vez.. No voy a dejarte solo en esta casa, ya he pedido doble permiso en una sola semana para verte en la comisaría.. - Irritado dijo Taehyung, el hermano mayor de Jungkook, quien puso los ojos en blanco al sentir los brazos de su hermano más pequeño en su cintura.

- Por dios.. ¡Ya te he dicho que no volverá a pasar! - Cerró su boca al aumentar el tono de su voz. Jungkook carraspeó y suspiró profundamente, así no conseguiría nada. - ¿Podrías confiar esta vez en mi? - Le dijo con la voz más dulce mientras terminaba de rodearlo en sus brazos y escondía su rostro en el cuello del más alto. - Lo de la otra vez fue solo una exageración.. mis amigos y yo solo nos divertíamos, no es para tanto - Recalcó por décima vez, pero Taehyung volvió apartarse y se cruzó de brazos. - Hyung..

- No, juro que no volveré a caer, Jeon. ¿Me crees tan estúpido para no enterarme lo que sucede en esta casa? Tengo mis medios hermanito, así que, ya no volveré a permitir eso, no mientras vivas conmigo - Bufó para negar con la cabeza unos segundos, para luego darse vuelta y acomodar en su mochila sus cosas, oyendo los chillidos y gruñidos del más pequeño. - Si creyera en ti Jeon, créeme que no estaría haciendo nada de esto, pero no queda otra opción.

- ¡Tengo 19 años, no necesito que me cuiden! - Chilló mientras lo miraba enojado.

- ¡Pues te aguantas Jeon Jungkook, ya he soportado mucho con los vecinos reclamandome por tus fiestas a harto volumen a altas horas de la noche! - Gritó igualmente volviendo su mirada a su hermano, y colocó su mochila en su hombro. Dió un último suspiró para caminar rápidamente hacia la puerta de entrada de la casa.

- Me iré, ya llamé a Jimin, él vendrá a cuidarte el resto de la semana y los días que sea necesario para que aprendas. Estés de acuerdo o no, no me importa. - Abrió la puerta la puerta esta vez, agarrando de paso las llaves de la casa. - Dejé comida en el refri, hermanito. Oh.. y te comportarás, Jeon. Me encargaré que Jimin me diga absolutamente todo, y juro que si haces lo contrario a lo que él te ordene, sacaré a ese maldito gato a la calle que tanto te costó tener aquí dentro ¿de acuerdo? - Dijo con voz poco amigable, para luego sonreírle dulcemente y agitar su mano en un "adiós".- Te quiero hermanito, no olvides eso - Lanzó un beso para luego cerrar la puerta de un portazo.

Jungkook pudo oír perfectamente sus carcajadas alejarse luego de unos segundos.

Lo odiaba, enserio.

Jungkook chilló y aporreó sus pies en el suelo mientras maldecía todo lo que podía mentalmente a su hermano. Por dios, era solo un adolescente que quería disfrutar con sus amigos de casa sola. Bueno, sí, puede y hacían desastre a tal punto de que sus vecinos  llamaran a la policía por exceso de ruido, pero no era para tanto, exageraban. Solo son personas arriba de los cincuenta y tantos años frustrados de no tener la adolescencia y libertad que él tenía, sí, seguro y era eso.

Además, no podía darse el lujo de cancelar la fiesta, por supuesto que no, porque iría la mujer de sus sueños, la chica más popular de su universidad. La típica chica que absolutamente todos, hasta los profesores, le tenían trato especial solo por ser güerita, delgada y de posición social algo superior. Ella sin saberlo, estaba cumpliendo el sueño adolescente de Jeon Jungkook. Y estaba de puta suerte, era raro que alguien como ella, una chica tan cotizada, decidiera ir a una de sus fiestas, pues él no era de los más hablados, o bueno, no como él deseaba. Tenía gran grupo de amigos y un considerable grupo de chicas que andaban detrás de él. No era ese chico que se sentaba en primera fila en el salón y que era excluido por todo el mundo por ser un rarito, afortunadamente no, ni siquiera era virgen, ha tenido aventuras con algunas de sus compañeras de escuela. Jungkook era ese típico chico mimado sin limitaciones o reglas, alguien libre y espontáneo.

Adorable | Jikook | Two-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora