Una vida junto a ti.

Capitulo 14

La residencia de Hanzo se mantuvo llena de chicas, el ambiente ya es tranquilo.. pero ser el único hombre en el lugar es una desventaja, no hay problema con estar acompañado de mujeres. El problema es que todas las mujeres buscan su atención desesperadamente.

Hanzo: Ya oscureció.. no tienen que regresar a casa? *miro el oscuro cielo por la ventana* no querrán preocupar a sus padres.

Luna: Mis padres no tienen ningún problema, saben que estoy contigo así que está bien *explico tranquila y feliz* están muy felices de que volvamos a estar juntos.

Hana: Yo vivo en una recidencial privada.. pero está muy lejos *apenada miro a Hanzo* te molestaría si paso la noche aquí por hoy?

Mia/Hanzo: SII!!/no *chocaron de opiniones los hermanos*

Mia: Porque tiene que quedarse? *Cuestiono indiferente a su hermano* dónde dormirá?

Hanzo: La habitación de invitados *señaló una puerta en el corredor* no hay nadie ocupandola.

Mia: Tenemos una habitación de invitados?? *incrédula corrió a abrir la puerta* creí que era otro clóset o bodega.

Hanzo: llevas casi 5 meses aquí.. nunca te tomaste el tiempo de recorrer la casa? *se dio cuenta de la torpeza de su hermana* Hana puedes quedarte ahí.

Hana: gracias Hanzo *feliz se acercó a la habitación para dejar su bolso*

Mina: Que hay de mi Hanzo?? *se acercó suplicando* no me echaras a estas horas a la calle... Verdad?

Mia y Hanzo se miraron mutuamente, Mia sentía un poco de empatía por su hermano, ahora comprendía una de las razones por las que no le gustaba trabajar en el club del orden.

Hanzo: Aunque no me guste.. te quedarás en el sótano conmigo, hay suficiente espacio ahí *señaló la puerta* ya iré a descansar, hoy fue un día muy... agitado.

El joven camino directo a la puerta, la mirada atienda de las chicas lo seguía hasta que llegó y tomo la perilla entrando al sótano, Mina de tras de el serró la puerta y lo siguió bajando las escaleras. Ahora la ex-asistente sabía cómo es que Hanzo se mantiene en forma, una estantería y vitrinas con equipos especiales para entrenamiento estaban colocados a los lados de la pared, no era mucho pero si sofisticado.

Mina: Que es todo esto Hanzo? *miro un guante en la pared* esto es lo que usas para entrar?

Hanzo: No.. esto es lo que uso para seguir con vida *abrió el cajón de un gabinete* no toques nada porfavor.. Toma, esto debería de quedarte.

Hanzo le dio ropa cómoda a la chica, el regreso a buscar un par de colchonetas para los dos mientras que Mina se cambiaba de ropa, la chica estaba algo nerviosa, nunca había echo algo como eso antes, mucho menos con el chico que le gusta. Hanzo una vez dejo lista las colchonetas fue a cambiarse para finalmente descansar.

Mina: Oye Hanzo... gracias, por lo que haces *dijo sentada en el cómodo inflable* se que es difícil y doloroso, pero yo creo.. y confío en ti.

Hanzo: Quiero preguntarte algo.. el día que nos conocimos me dijiste que soy increíble, dijiste que trataste de hablar conmigo, luego me dijiste que soy una persona especial para ti, por último me dijiste que te gusto *en número los acontecimientos uno por uno* Porque?

Mina: Que-que quieres decir? *confusa volteo a ver al chico* no te entiendo.

Hanzo: No puedo hablar por ti... Pero yo no te conozco, no sé.. tú cumpleaños, no se que cosas te gustan y que no *dijo despreocupado* no he tenido tiempo para preguntar.. se que tu piensas que no quiero saberlo porque no me interesa, pero la verdad es que no te pregunto porque... me da un poco da pena.