〔ˢⁱ tᵉ 𝗯es𖦹 ʸ ᵐᵉ b𝗲𝘀ᵃˢ〕

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¿Qué podían hacer? Isabela los tenía amenazados y atrincherados en una habitación, la de Camilo específicamente, y Mariano estaba incómodo, en primera porque no sabía qué decir, y en segunda porque Camilo no recordaba su gloriosa noche juntos.
Eso fue un duro golpe para su corazón.

─ M-mariano...─ titubeó Camilo intentando acercarse al aludido─ oye, cuéntame qué pasó...

─ ¿"Qué pasó"?─ repitió el aludido haciéndose el tonto.

─ Hum, esa... noche─ y el joven agachó su cara roja de pena.

Mariano se volteó con una expresión extrañada en su rostro que bajo ella escondía miles de ideas y emociones empezando a matarse a puñetazos limpios por la dominancia.

─ ¿Q-qué quieres que te diga?─ inquirió preocupado.

Abrir su boca solamente provocaría que Camilo se confundiera más o, en el peor de los casos, recordara que traicionaron a su hermana y el chico acabaría por odiarlo.

Sería mejor dejar el tema allí si no fuera que Mariano conocía bien a Camilo y éste no se rendiría.

─ Es que yo no recuerdo nada─ Lo sé, me di cuenta suspiró el mayor para sí mismo─ estaba ebrio.

¿Cómo? Si la memoria de Mariano no fallaba, lo cual casi nunca sucedía, Milo estaba mareado.

¿Ebrio dijo? Traducción: pasado de copas. ¿Podría haber sido eso lo que bloqueó la memoria del menor? Los ebrios rara vez recordaban lo que les pasaba tomados. Tenía sentido.

Oh por-

─ ¿C-cómo estás seguro de eso?─ se aventuró Mariano con la respiración agitada.

─ Desperté con resaca y mi papá me dijo que anduve bebiendo vino, y a mi mamá no le gustó nada cuando se enteró─ explicó el menor sin rodeos.

Por supuesto... ¡por supuesto! Milo estaba ebrio, ¡por eso me había pedido que lo lleve a Casita! Y... ¡y...!

─ ¡Estabas ebrio!─ exclamó Mariano sobrado de contento. Camilo brincó por el susto─ ¡Por eso no lo recuerdas!

─ ¿Recordar qué?─ preguntó de nuevo aunque más frustrado.

─ ¡Nuestra noche juntos!─ le sonrió Mariano sin medir, o pensar, sus palabras.

En respuesta Camilo se puso rojo hasta las orejas.

─ ¿Q-qué?─ definitivamente eso NO sonaba como una actividad inocente─ ¿Q-qué hicimos...?

Tenía pistas pero necesitaba que Mariano le aclarara la memoria.

─ Bueno...─ musitó el mayor dudoso de su proceder─ no sé si sea prudente decírtelo, creo que te vas a enojar... conmigo.

─ ¿Porqué?

Si era lo que Camilo pensaba lo más digno sería enojarse, ¡le habían puesto los cuernos a Dolores!, no obstante Camilo mentiría si dijera que no deseaba a Mariano de manera indecente. Y se sentía un hipócrita porque no tenía ni un rastro de culpa en su interior por traicionar la confianza de su amada hermana.

─ Porque, hum...

Sin embargo los segundos pasaban y Mariano no soltaba la sopa, estaba cabeceando y golpeando su pie contra el suelo a la vez que pasaba una mano sobre su boca como nervioso.

─ Mariano─ lo llamó Camilo dándose cuenta que a su amado le estaba costando─ ¿pasó lo que yo creo que pasó?

Como siempre él tuvo que tomar la iniciativa porque si no no irían a ningún lado.

αrεթﻨէα 𝗲𝗺𝗯𝗮𝗿𝗮𝘇𝗮𝗱𝗮 | MarianiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora