Chapter six. España Grand Prix

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𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄

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𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄.

Capítulo seis

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Capítulo seis. Gran Premio de España.

GRAN PREMIO DE ESPAÑA 2022— MAYO 20, 2022—

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GRAN PREMIO DE ESPAÑA 2022
— MAYO 20, 2022—





Rafaela se sobresaltó cuando Lewis entró sin avisar a la sala donde se encontraba.— ¿Que haces?

— ¿Que haces tu?, ¿Porque no me dijiste que vendrías al hospital?— exclamó Lewis algo molesto con ella.— Te pedí que me dijeras si te sentías mal.

— No creí necesario preocuparte. Hoy eran las prácticas, no quería distraerte.

—Me importa una mierda las prácticas.— dijo acercándose a ella— No digas estupideces, casi te mueres. Necesito saber si algo te pasa.

Rafaela había estado con malestares últimamente, al llegar a España solo incrementaron al punto de no poder soportarlos y por seguridad optó por ir a un hospital en España para que le hicieran un chequeo completo. Y para cuando se entero y logró llegar, Lewis ya estaba bastante enojado con Rafaela por no decirle nada.

— Te harán una ecografia, ¿Por qué? — musitó viendo el aparato.

— Para ver porque tengo molestias abdominales, nada grave.— Lewis suspiro sentándose junto a ella, apretando el puente de su nariz frustrado.— Lo siento, ¿Si? Ya estoy cansada de ser una carga.

— Por el amor de Dios. Es que ese es el jodido problema.— la miró seriamente.— Necesito que entiendas que no eres una carga para mi, Rafa.

— Lo siento.— susurro.

— Yo también te amo, nos vamos a casar. Tenemos que tener confianza entre nosotros, no puedes ocultarme cosas así.

— No lo volveré a hacer lo juro.

— Veo que tenemos compañía.— exclamó el doctor entrando al cuarto.— Bien, Rafaela. El gel está un poco frío, por favor levántate la remera y desabróchate el pantalón.

Lewis permaneció en silencio, aunque tomó la mano de Rafa y le dedicó una pequeña sonrisa, haciéndole saber que no seguía enojado.

— Por lo que veo...— musitó el doctor luego de unos minuto.—...tu embarazo va perfecto, no tienes de que preocuparte.

— ¿Tu que? — chillaron.

Ambos se quedaron pasmados, sus corazones iban igual o incluso más rápido que un monoplaza en plena carrera, pensaban tantas cosas en ese momento que no podían si quiera gesticular.

— No...¿No sabían del embarazo? — preguntó el doctor desconcertado.

— No me siento bien.— susurro Rafaela en español, agarrándose la cabeza.

— Disculpe es que...— Lewis río completamente nervioso.— Es imposible, no... no puede tener hijos.

— La pantalla muestra lo contrario.— el médico giro el monitor, dejando ver algo que ambos ya habían asumido como imposible. — Eso que ven aquí, es su bebé. Cambiará sus vidas en unos meses.

— Pero el año pasado, nos dijeron que...— Hamilton tuvo que sentarse al sentirse mareado y sostenerse de la camilla al sentir que todo el cuerpo le temblaba.— Que ella no era fértil.

— Exite algo llamado Útero hostil. El útero hostil es una reacción adversa del útero al proceso de fecundación. En este caso, el útero no crea un entorno propicio para que los espermatozoides lleguen al óvulo y mueren antes de fecundar. Por este motivo, las mujeres que se diagnostican con útero hostil presentan más dificultades para quedar embarazadas. Algunos doctores, lo confunden con infertilidad.

El doctor miró a Rafaela.

— ¿Te has sometido a tratamientos hormonales?

— El año pasado, para quedar embarazada.

— Momento en que generalmente las personas como tu con ese diagnostico se desanimal. Las Hormonas tienen un proceso muy largo hasta lograr que el útero sea un ambiente apto para la fecundación. La pareja desiste, dejan de cuidarse y luego aparece un embarazo sorpresa.

Rafa miró a Lewis, quien para esa alturas una sonrisa se había formado en su rostro.

— Por su sonrisa deduzco que el bebe es muy deseado.— dijo con cierta gracia.— Ya que estas aquí haré que te hagan estudios completos para que se aseguren que todo esté bien, espera aquí.

La castaña se sentó en la camilla, el moreno se puso de pie, situandose entre sus piernas para poder estar cerca de ella y mirarla a los ojos.

— Estoy embarazada.— musito Rafa.

— Estas embarazada.— Lewis río alegremente, dándole pie a ella que sonría.— Tendremos un bebé.

— Tendremos un bebé.— río feliz.

— Esto es, es simplemente genial. Creí que nunca escucharía esto.

— Tengo miedo.— admitió sin poder dejar de sonrir.

— No vas a estar sola, lo juro.— Lewis tomó las mejillas de Rafa.— Iras conmigo a cada circuito para poder cuidarte, pagaré los mejores médicos, no me interesa... Pero yo nunca te dejare sola, ¿Ok? Lo prometo.

— Entonces, ¿Estas feliz?

— Claro que estoy fel... maldito Vettel.

— ¿Que?

— Dijo que iba a manifestar un bebé hamilton.

Rafa río.— Voy a ser ma...— frunció el ceño al ver como Lewis borraba su sonrisa.— ¿Que ocurre?, ¿Estas bien?

— Oye, ¿Puedes llamar a un medico?

— Si, ¿Pero p... ¡Lewis!— exclamó asustada, agradeciendo que aunque no parecía tenía la fuerza para sostenerlo.

El doctor entró justo a tiempo para poder ver cómo Lewis se desmayada.

— Tranquila, a los padres primerizos les pasa todo el tiempo.

𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄, Formula 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora