La niña, la piedra y el Gnomo

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Un día tan frío por el invierno crudo, había una niña muy pobre que amaba los sombreros y siempre soñaba en usar uno sobre su cabeza, sólo lo podían usar las personas adineradas y de buena posición a la cual ella sólo lo veía lejano, pero en sus sueños se veía usando uno como lo usaba su madre cuando estaba viva, pero sólo era un sueño nada más.

La niña no tenía a veces que comer y ya había anochecido, estando ella en la calle sintió un sonido fuerte por lo que fue a ver.

Al ver lo que era se dio un gran susto; por lo que vio una persona muy pequeña, pero por su aspecto ya era un anciano.

La niña muy valiente se le acercó y le dijo:

- ¿Quién eres Tú y cómo te llamas?

El enanito le respondió:

-Yo soy un Nomo travieso y me llamo Lucky. Bueno yo quería ayudarte.

- ¿Por qué?, dice la niña...

-El nomo le contó que tenía a una amiga y que se la presentaría.

La niña seguía sin entender lo que pasaba.

-Le dijo que esa amiga es una Hada de los niños, ven sígueme a un lugar de otra dimensión, donde hay comida, dulces, juegos inimaginables, ella va a ayudarte.

El nomo le tomo de la mano y abrió un portal, donde entraron, ese portal por donde se le mire habían luces muy brillantes y de colores que giraban a su alrededor...

Cuando llegaron la niña no podía dejar de comer, de jugar y de quedarse maravillada con cada cosa que veía.

Después fueron a ver a la Hada.

Subieron montañas de dulces y llegaron a una casa hecha de cristal y apenas tocaron la puerta se abrió.

Se asomó la Hada con un vestido blanco de luces de colores y le dijo a la niña...

-Bienvenida hija, pasa por favor...

-La Hada le dijo:

-Yo te voy a ayudar, siempre estoy cuando los niños están en problemas.

La niña el escuchar eso se puso tan feliz que empezó a llorar y le preguntó si podía traer a sus padres de vuelta...

-Mi querida niña, no puedo traer a tus padres de vuelta, hay momentos en la vida que no hay vuelta a otras, solo queda aprender a vivir con ello y a tener valor para la vida.

La niña le dijo resignada que entendía.

La Hada le dijo:

Sólo puedo conseguirte una única ayuda que tú al volver podrás saber de qué se trata.

Por tener un gran corazón recibirás lo mismo al volver.

La Hada le dijo junto con el Nomo:

-No llores niña bonita, que tus lágrimas sólo sean de alegría.

La niña paso 3 años en ese lugar contenta, pero llegó la hora de volver a su dimensión actual.

Al volver la niña se topó en el bosque con una casa que se parecía a la de ella.

Toco la puerta, pero la vio abierta y entró.

La niña al ingresar se chocó con una piedra de cristal luminosa. Al verla detalladamente sintió un ruido por la cocina y voces.

Pero reconoció una voz y cuando avanzó para ver, se quedó sorprendida.

Era su madre y su padre conversando y la vieron a su hija, corrieron a abrazarla y a darle muchos besos.

La niña no podía creer lo que estaba presenciando y los abrazo llorando.

Después recordó las palabras que le dijeron que sus padres no podían volver a la vida y no entendía por qué los veía en aquel momento.

El Nomo miraba por la ventana lo que sucedía muy feliz por ellos.

-La niña decía como era posible tal cosa.

Su madre le dijo que Dios les dio otra oportunidad al ver su corazón puro de su hija y como aceptó la realidad que tenía con valor.

Con el tiempo los padres volvieron a su vida y conseguían mejores trabajos, su hija fue a estudiar, tenían una mejor alimentación. Ya podían cultivar y ellos tener un negocio propio con la ayuda de los vecinos.

Ya podía compartir juntos en familia momentos que antes no se daban tiempo en pasarlos por dar prioridad a otras cosas.

Poco a poco volvieron a ser felices los tres juntos.

Y el Nomo se fue contento, pero siempre iba a visitarlos de vez en cuando a escondidas y así pasaron los años.

FIN

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2022 ⏰

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