Reina de los dragones de agua

Capítulo 2: "El muchacho y el hechicero"

En el capítulo anterior :

-Soy Edward y soy vuestra escolta personal, alteza.-dijo este.

-¿Por qué me llamas así?-preguntó ella.

-Porque usted es la heredera de la Reina de los Dragones de Agua.-dijo.

Y con esas palabras supo que su vida cambiaría para siempre.

Capítulo 2

-Emm...¿Cómo?-preguntó Elionor.

-Alteza, yo no soy la persona más indicada para decirle el por qué, será mejor de que eso se lo pregunte al hechicero real.-comentó el muchacho y añadió:-Alteza, no quiero ser descortés y perdone mi osadía, pero... si quiere ver al hechicero, debería vestirse.

-Ohh, claro...¿podría retirarse, por favor?-rogó Elionor sonrojada.

El joven se despidió con una reverencia y salió de los aposentos.

Elionor se acercó a un gran armario de roble y lo abrió, quedó maravillada al hacerlo.

Había cantidad de vestidos distintos y de muy buena calidad, a parte de zapatos.

Ella cogió un vestido azul sujetado por una tira de oro que rodeaba el cuello, con la espalda descubierta y una falda larga de seda azul con un cinturón azul eléctrico. La falda era caída, suelta. Cogió unas manoletinas azules y se acercó al tocador.

Se cepilló el cabello y se hizo una trenza y salió.

Ya afuera, le esperaba Edward.

-¿Podrías llevarme con el hechicero?-preguntó ella.

-Si, sígame.-aseveró y con ello empezó la marcha por aquel castillo tan luminoso, lleno de ventanas y de cuadros en las paredes.

Elionor siempre notaba cierto parecido en todas las personas que salían en aquellos cuadros.

-¿Quiénes son los de los cuadros?-interrogó Elionor.

-alteza, ellos son su familia, ellos al igual que usted, fueron herederos del trono.-comentó el muchacho y se paró en uno en el que salía una mujer joven, y, acto seguido comentó-Esa muchacha en específico, le debería de sonar bastante.

Elionor se fijó en aquel cuadro, la muchacha era de rasgos finos, pelo negro con ondas y ojos azules. Le sonaba bastante la cara de esa mujer, pero ahora mismo no sabía de qué.

-No te voy a mentir, la verdad es que me suena.-mencionó.

-Tal vez, James, nuestro hechicero te resuelva tus dudas.-opinó Edward.

Siguieron su camino, Elionor se preguntaba cómo era capaz de no perderse en tan inmenso castillo. Al fin, llegaron a una puerta algo vieja para su parecer, Edward tocó y de esta salió un joven apuesto, no más que Edward, pero no había que decir que era feo. Este tenía el pelo rubio y ojos verdes.

-¡Alteza! Pase, pase-exclamó este al abrir.

Elionor entró en la habitación, era una especie de taller científico.

-Buenos días.-comentó Elionor.

-Buenos días, alteza.-objetó James y añadió- Me llamo James Hones y el es mi hermano, pero seguro que es un despistado y ni te lo ha comentado.-

-Jajaja, la verdad es que no.- afirmó Elionor.

-Mis disculpas, su alteza.-comentó el muchacho.

Elionor tenía que reconocer qhe ambos le atraían, pero más Edward que James. James parecía tan dulce, y, aunque fuese de su edad, le atraía más Edward, respetuoso, misterioso, reservado y educado, mayor que ellas y aparentaba tener un oscuro secreto escondido en lo mas profundo de su corazón.

-Me preguntaría si podrías decirme de que va todo esto.- dijo ella dirigiéndose a James.

-Por supuesto, alteza. Usted es la heredera de la Reina de los Dragones de Agua, uno de los más poderosos de los dragones, pero no solo es del agua, también de la luz y oscuridad, ya que un antepasado tuyo, hace mil años, era descendiente de los dragones de agua, y se casó con la descendienta de los dragones de la oscuridad, y, la hija de estos, se casó con el heredero de la luz, unificando así tres de los más poderosos poderes. Pero ahora mismo estamos en peligro todos los reinos, puesto que ha aparecido un enemigo mortal y por eso hemos decidido llamarla, su alteza, usted es la única de resucitar a Zurijkuf, un poderoso dragón que fue creado gracias a la unión de los tres poderes, es usted la única que sabe donde se encuentra.-habló James, y añadió:- ¿Tiene alguna pregunta, mi señora?

-La verdad, si. ¿ Qué tanto poder tiene ese enemigo? ¿Por qué yo soy la heredera? ¿Por qué tengo unos sueños sumamente extraños? ¿Cómo voy a saber yo dónde está ese dragón y si lo encuentro...cómo voy a saber despertarlo ?-Elionor empezó a bombardear con preguntas.

-Vale, el enemigo es el heredero de los Dragones del Infierno o mejor dicho de la muerte, quienes nosotros creíamos muerto él y todos sua antepasados despues de la última guerra hace miles de años. Lo siguiente es que la piedra del lago de interior del castillo te ha traido aquí después de que yo le pidiera que trajera a la heredera. La tercera pregunta te la responderé cuando me cuentes los tipoa de sueños que tienes. Y las demás, si eres la heredera, sabras dónde está oculto y dormido, pero todo a su paso.- dijo James, y objetó:-Pero lo primero sería que empezáramos a darte clases de como controlar tu magia dormida, a la prueba de eleccion de dragón y a pelear, no tenemos demasiado tiempo, calculo que un año para aprender y buscar al dragón puesto que el oráculo predijo que la guerra ocurrirá en un día de luna roja y eso es dentro de un año en el próximo sostilicio de primavera y habrá que reunir a los demás reyer herederos de los dragones.-dijo James.

- Muchas gracias por responder a mis dudas.- dijo Elionor.

-No pasa nada, mi hermano y yo estamos aquí para servirla .-argumentó mientras los dos se inclinaban en una leva reverencia.

Elionor no mentía, desde que oyó esas palabras supo que su vida cambiaría para siempre.