- capítulo 3

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Marinette se levantó del sofá y fue a ver por el telefonillo quien estaba esperando fuera.
Se asustó al ver que era ni más ni menos, Chloé.

— ¿Pero que hace ella aquí? — gritó — Adrien! Escóndete, rápido!

— Que es lo que.. ? —

— Hazme caso si no quieres que nadie nos vea. Luego te explico.

Empezó a observar cada sitio del salón y optó por esconderse debajo de una manta. Muy mala elección.

— ¡¿Qué haces?! Escóndete en otr...

— Marinette! Te estoy oyendo, ¡ábre la puerta! — una voz que provenía de fuera la interrumpió —

No tenía más tiempo, así que abrió la puerta. Detrás de ella estaba Chloé, con la mirada clavada en Marinette. Se la veía un tanto enfadada.

— Oye, ¡tú! ¿Se puede saber porque has tardado HORAS en abrirme? — soltó un suspiro de indignación y se acomodó las gafas — ¿Acaso estás escondiendo a alguien?

Marinette se puso como un tomate al oír eso. Intentó disimularlo, pero se le daba fatal hacerlo.

— ¡¿Qué?! Claro que no. Estaba... estudiando, y me has interrumpido. ¿Que haces aquí?

— No te creo. De todas formas, no me importa tu vida. Estoy aquí por el trabajo de historia, ¡Oh! No me digas que lo has olvidado.

¡No puede ser! Se había olvidado por completo de que habían quedado para hacer el trabajo. Que horror... encima, tenían que hacerlo juntas. 

— Em... ¡No! De hecho, ya lo tenía todo listo, estaba esperándote. — sonrió fingiendo que estaba diciendo la verdad, aunque para Chloé fue muy poco convincente —

— ¿A qué esperamos? Empezemos ya el trabajo y cómo más rápido lo terminemos, mejor. No creo que pueda soportar verte la cara por más de 2h fuera del instituto. — hizo una mueca de asco —

— Que elegante.

Antes de que pudiera invitarla a pasar, ella se adelantó y se dirigió hacia el sofá.

— ¡No! ¡Espera! Vamos a trabajar arriba, en mi habitación. Estaremos... mejor.

— Bueno, cómo tú digas... ¿Porque estás tan nerviosa? ¿Hay alguien escondido por aquí? — preguntó sarcásticamente y luego observó fríamente cada rincón del salón. — Ay no! Pero quién va a venir a verte, ¡si no tienes amigos!

— Eres muy graciosa. ¿Podríamos dejar de pelearnos aunque sea por un día?

— Te voy a dar el gusto, pero sólo porque nos ha tocado hacer el trabajo juntas. — resopló frustrada —

Se dirigió hacia la habitación de Marinette y ella fue rápidamente a avisar a Adrien.

— Vete ahora, rápido. Antes de que Chloé te vea. Luego hablamos.

— Vale... hasta luego. — en su rostro se podía observar confusión y decepción —

Marinette le dio una media sonrisa y él se fue sigilosamente.

Después de muchas horas intentando ponerse de acuerdo en los temas del trabajo, pudieron terminarlo.

——————

Por la noche Adrien le mandó un mensaje a Marinette.

— ¿Cómo te ha ido con Chloé?

— Uf. Mejor ni te cuento. Nos ha costado 4 horas elegir el tema y las dos hemos aguantado las ganas de insultarnos, pero creo que al final ha valido la pena. El trabajo nos ha quedado perfecto.

— Ah, que bien. Me alegro.

— ¿Estás bien? Te he visto un poco triste cuándo te has ido...

— Bueno. Quería explicarte mi situación con mi padre, pero Chloé me ha interrumpido.

— ¡Oh! ¿Tienes algún problema con tu padre?

— Si, pero mejor hablamos mañana. Necesito descansar.

— No te preocupes. Mañana hablamos y me lo cuentas, ¿vale? Que duermas bien <3

——————

Marinette estaba en la calle, delante de la puerta de casa de Adrien, esperando a que él bajara.

— Marinette. — se escuchó un susurro —

Ella buscó por sus alrededores de dónde provenía el sonido, pero no había nadie por allí.

— Marinette, soy yo.

Sus ojos se posaron en el timbre de la casa y se dio cuenta de que Adrien le estaba hablando.

— Sube, mi padre no está en casa. Te haré un house tour.

— Uhm, vale, ¡ahora subo! — ella no lo pensó dos veces —

Automáticamente la puerta de entrada se abrió y Marinette pudo observar con más detalle la enorme casa que tenía Adrien.

Mientras ella estaba perpleja por lo que veían sus ojos, Adrien abrió la puerta y salió a recibirla.

— ¡Hola! Veo que no esperabas que fuera así, ¿verdad? Venga no te quedes ahí, ¡entra!

Parecía que toda la tristeza que tenía el día anterior había desaparecido sin más. Pero Adrien sabía perfectamente que no era así.

Cuando  ella entró, casi se le salieron los ojos de su sitio.

— ¡GUAU! Adrien tu casa... tu casa es ¡MAGNÍFICA! Es enorme y... dios mío ¡parece la casa de un rey!

Él se sonrojó y no quiso darle tanta importancia al asunto.

— Gracias, pero no es para tanto...

— Enséñame más, ¡porfavor!

— Está bien, pero te aviso que tan sólo podremos estar solos por una hora.

Adrien le hizo un house tour por toda la casa y Marinette alucinaba con cada habitación que veía. Para ella, todo era increíble.

Llegaron a su habitación y él le indicó que se sentara en su cama.

— He estado pensando muchos días sobre esto... No sé cómo decírtelo.

— Tú sólo di lo que sientes. Yo te entenderé.

Él no estaba seguro de hacerlo, pero la quería mucho y notaba que podía confiar en ella.

— Es sobre mi padre. Desde que mi madre murió es otra persona. Casi ni me mira. Cuándo le cuento algo muy importante para mí ni siquiera se limita a mirarme, solamente asiente y dice que es mi trabajo. Nunca pasa tiempo conmigo, ni siquiera para comer.

Dio un suspiro triste y ella notó cómo aumentaban las ganas de llorar de Adrien.

— Sólo me gustaría tener una familia normal, pasar tiempo juntos, contarnos cómo nos ha ido el día, hacer lo que me gustaría realmente y no lo que mi padre quiere, ser más libre... Yo sólo...

De pronto empezó a llorar. Lloraba sin parar. Le temblaban primero las piernas y luego las manos. Algo en él había salido a la luz.
Marinette lo abrazó cálidamente intentando que se sintiera acompañado.

— Estoy aquí para lo que necesites. Puedes confiar conmigo.

Él quería hablar y decirle lo muy agradecido que estaba, pero no podía. Las palabras no salían de su boca.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2022 ⏰

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bajo la lluvia [adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora