20 septiembre - x492

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Volver a las responsabilidades, después de haber pasado un par de días alejado de todo y de todos, ayudó a Ichigo a intentar concentrarse en lo que tenía que hacer.

La Reina Madre había cumplido con lo que dijo. Ella se había asegurado de que los rumores no fueran tan escandalosos, la versión oficial sería que un loco entró al templo de las Deidades y atacó a los que allí estaban.

Un loco era mejor que decir que alguien había querido matar al Sacerdote, ya que eso podría traer problemas con los Representantes de las Deidades, y ellos realmente eran un dolor de cabeza si algo los involucraba.

Aun así, Ichigo tenía que hacer su trabajo y el recorrido por las murallas de la ciudad, aunque todo estaba listo, él tenía que ver con sus propios ojos que todo estaba como se especificaba en el informe que enviaría a la capital.

Después de todo, asegurarse de que las ciudades estuvieran bien formaba parte de su trabajo también.

Ichigo selló el informe para el rey y se lo entregó al mensajero que siempre venía a las ciudades. Ichigo tuvo que abstenerse de enviarle una carta al rey contándole lo que había sucedido en el templo de las Deidades, aunque lo más probable era que el mensajero hablara, pero eso no le importaba.

Ichigo quería ver la mirada del rey cuando pudiera mostrarle esa orden de ejecución. Ichigo quería ver qué haría su padre ante una acusación contra Kaien.

Las campanas del templo de las Deidades sonaron, indicando que la tarde comenzaba, e Ichigo se levantó de su asiento en la oficina del Señor de Visnia para estirarse un poco y relajar su postura. Su trabajo había terminado unas horas antes, cuando el enviado del rey salió por esa puerta, pero se había quedado ayudando un poco con unos documentos para su tío.

El Señor de Visnia siempre tiene muchas presiones, sobre todo porque la Reina Madre era su suegra y ella siempre lo vigilaba.

Ichigo colocó los papeles en los que estaba trabajando sobre el escritorio y tomó la invitación que le habían entregado por la mañana; los habían invitado a una fiesta y eso le parecía agradable, sobre todo porque no era una fiesta cualquiera, era la fiesta de la vendimia y nunca había asistido a una de ellas.

Seguro que también iría su abuela, a la Reina Madre le encantaba el vino como a todos en ese Palacio.

— - —

Kholtan estaba de pie del brazo de Rukia. El águila se aferraba al brazo de Rukia con tanta fuerza que Rukia tenía la impresión de que si no fuera por el guante de cuero de Ichigo, el águila le habría lastimado el brazo con sus fuertes garras.

El sol se estaba poniendo y aunque no era el mejor momento para enviar al águila, tenía que hacerlo si quería que llegara la respuesta a su carta antes de que tuvieran que salir de Visnia.

— Cuídate. — le susurró al águila antes de acariciarle las plumas por última vez. — Ve con Renji o con Uryu.

El águila alzó el vuelo y Rukia vio cómo Kholtan se perdía en el cielo detrás de una nube.

Rukia se quedó allí un momento más, mirando al cielo, hasta que dejó escapar un suspiro y regresó al interior del palacio. Esperaba que Orihime respondiera pronto a su carta, necesitaba saber cómo estaban las cosas en Adelaar antes de regresar.

El Ruiseñor || IchiRuki FFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora