"Cada capítulo es una vida y universo diferente, aventuras que te atraparán desde el minuto cero, pero el amor y el placer siempre serán los protagonistas"
Todas las historias aquí contadas son de mi autoría, por lo tanto se prohíbe la copia de las...
Lee no podía estar más avergonzado, su jefe se estaba comportando extraño últimamente, pero más importante, ¿por qué le importaba?
-🖤-
La semana pasada cumplí seis meses de estar trabajando aquí, seis meses de ser el asistente personal del jodido hombre más frío y amargado de la raza vampírica que hubiese conocido.
No es que quisiera generalizar a todos los de su raza, pero si solo tomase a él de ejemplo los vampiros quedarían como un reverendo zapato, habían avanzado lo suficiente en su evolución como para dejar de ser seres sin alma a primera vista, pero parece que dicho vampiro pelinegro no conociera de eso, pero más me odio a mí por tener fantasías con aquel ser
-Buen día Félix – un sonriente Seungmin desde el mostrador me recibía
-Buenos días murcielaguito, ¿Todo bien allá dentro? – pregunté de vuelta, escuchando ajetreos provenientes de la oficina de mi jefe
-Parece que el jefe hoy se levantó de mala gala
-No me digas – alcé una ceja haciéndolo reír – Bueno, salida hoy en el almuerzo para celebrar vacaciones, ¿recuerdas? – le señalé a la vez que me dirigía a la habitación
-En la entrada a las 13:00!
Sonreí antes de ver por última vez el rostro de mi amigo, entrando a mi lugar de trabajo mentalizándome trabajar con un Seo de mal genio, aunque para mí siempre sea así
-Buenos días señor, su agenda del día de hoy está lista – me acerqué a su escritorio extendiéndole la tableta con toda la información
No respondió por un buen rato, en cambio su mirada se clavó directo en mi cuello haciéndome erizar, sus ojos parecieron brillar por un momento mientras observaba mi piel. Nunca le tuve miedo a los de su especie, para nada, sin embargo, ahora me sentía acorralado y un poco asustado, aunque no lo hice notar
-Mmmh – murmuró luego de salir de su trance – Antes de la reunión con la junta en la tarde necesito que me traigas el traje que llevaste ayer a lavandería – me devolvió el objeto, respondiendo cortante viendo hacia otro lado
-Si señor – dije saliendo de ahí y lo que sea que fue eso
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-🖤-
- ¡¿Justo hoy, en serio?! -
-Félix, ¡ya te dije que lo siento!, Te juro que no recordaba que debía alimentarme, además, ya te dije que no demoraré
