Capítulo 3

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Cuando llegué al hotel me tiré sobre la cama. No podía dejar de pensar en ese momento. Sus ojos...


-¡YA!- me dije a mi misma para calmarme. Bueno, casi me grité a mí misma.


Me metí a bañar y cuando me estaba arreglando para ir al concierto de Super Junior escuché un sonido. Era como un celular; un celular sonando. Pero no era el mío.


Dejó de sonar, pero a los pocos minutos comenzó a sonar nuevamente. ¡Que extraño! Seguí el sonido, venía de mi cartera.


¡Sí! Un celular que no era el mío, sonaba dentro de mi cartera. Abrí los ojos como platos.


-¡Por Dios!- dije casi gritando.


Lo saqué de mi cartera, mire la pantalla; estaba en coreano. ¿Qué decía? Leer una oración en coreano me podía tomar 3 minutos. Era un nombre, pero no lo entendía. "¿Lo contesto o no lo contesto?" me debatía en mi interior. Nuevamente dejó de sonar y al cabo de un minuto comenzó a sonar otra vez.


-Yoe... Yeobo... seyo? (여보세요?).


-Ye, annyeonghaseyo! (안녕하세 요)- contestó una voz masculina al otro lado de la línea. Estaba tan nerviosa que mi coreano había pasado de pobre a nulo. ¿Y si era él? ¿Y si éste era su celular? "¡NO! ¡Deja de pensar en esa cosas!" decía para mis adentros.


Respiré profundo, y con convicción dije:


-I'm sorry! I am a tourist here in South Korea. I think this phone was put by a mistake in my purse- dije. –I would be more than happy to give it back to its owner- continué como el papagallo, sin saber si la persona al otro lado de la línea sabía inglés.* [¡Lo siento! Soy turista aquí en Corea del Sur. Creo este teléfono fue puesto por accidente en mi cartera. Estaría más que feliz de poder devolverlo a su dueño, en inglés].


-Sorry! English?- dije torpemente.


-Yes!- me contesó la misma voz masculina al otro lado de la línea. Se notaba su acento coreano.


No era él, esa no era su voz. Fue como un alivio y una decepción al mismo tiempo. No sé lo que había llegado a pensar. ¡Que tonta! Solo a mí se me ocurría pensar que un artista tan famoso iba a estar caminando por las calles de Gangnam en pleno día cuando su concierto era esa misma noche.


El extraño y yo nos pusimos de acuerdo para poder entregarle su celular. Le dije que iría al Concierto de Super Junior en la noche, así que, tal vez, podíamos encontrarnos en un punto medio. Por suerte, él también asistiría al concierto esa noche. Me dijo que consideraba más prudente que se lo entregara al culminar el concierto por todo el bullicio de las fans antes de iniciar el evento, a lo que contesté que no había problema. ¡Espera un segundo! Y si en realidad era un ladrón; un asaltante. Yo era una turista. En muchos países hacían daño a los turistas por unos cuantos dólares. Aun así, estuve de acuerdo. Me dijo que llamaría a su celular al culminar el concierto para poder vernos en la arena y así poder entregárselo. Eso me tranquilizó, la arena estaría repleta de gente. Al menos no me citó en un lugar solitario.


¡Ya estaba! Mi viaje continuaba sin ningún contratiempo. Hoy disfrutaría del concierto y mañana mi visita a Corea continuaría maravillosamente.


***


¡Wow! Miles de ELF de todo el mundo se habían dado cita esa noche para ver a Super Junior. Super Show Special (SSS), habían nombrado al evento.


¡Fue maravilloso! Estaba bastante cerca de la tarima, por lo que los vi a todos de cerquita.


¡LOS VI A TODOS DE CERCA! ¡LOS VI A TODOS DE CERCA! No podía creer lo que estaba pasando. ¡LOS VI A TODOS DE CERCA!


El SSS duró unas tres horas en las que canté, grité, bailé, coree todas sus canciones, me reí, agite mi "lightstick" azul zafiro de lado a lado y hasta lloré. Los chicos dijeron "Hola, los amamos, gracias y adiós", en varios idiomas. ¡FUE LA MEJOR Y MÁS FELIZ NOCHE DE MI VIDA!


Al culminar el concierto casi me había olvidado del celular y su dueño cuando este sonó. La voz masculina me explicó a donde dirigirme a medida que yo caminaba. Había mucha gente, así que no me preocupaba. Cualquier cosa, gritaría. Aunque no sabía cuánto más podía gritar, después de haber dejado mi garganta en aquella sala repleta de ELF.


Pero... parecía que me dirigía a la parte de atrás. Todavía había mucha gente a mi alrededor, pero cada vez eran menos fans y más personal del staff. ¡Que extraño!


Me dirigió hasta una puerta donde estaban parados dos hombres de seguridad. Bueno, más bien eran como dos gorilas. Yo seguía al teléfono con él. Pidió hablar con uno de ellos. Aturdida, le pasé el teléfono a uno de ellos, por lo que me miró con rareza pero tomó el teléfono de todas formas. "Ye", contestó; acto seguido me abrió la puerta y me hizo ademán de que pasara. Me encontré en un pasillo. Esto parecía tras bastidores. A lo mejor me dirigía a algún estacionamiento. "Segunda puerta a la izquierda", me había dicho el extraño al teléfono.


Toqué levemente en la puerta que se encontraba cerrada y gire el picaporte. La abrí tímidamente y me asomé un poco, para luego abrirla completa. Ante mí, justo enfrente de mí, estaba un hombre alto con un celular en su oído. ¡PRINCE MANAGER! Era él quien me había dirigido y con quien había hablado durante todo el día. Al verme, colgó el teléfono. Por mi mente solo pasaba, "¡JHDEIHFIEDOFJ NSXEOWJA!". Pero no era él. Él no era el chico con el que había tropezado aquella misma tarde. No eran aquellos ojos, no era aquel cuerpo.


Se movió un poco para el lado y... y... y... ¡TODOS! ¡ESTABAN TODOS FRENTE A MI... Y MIRANDOME! Leeteuk, Heechul, Yesung, Kangin, Shindong, Sungmin, Eunhyuk, Siwon, Donghae, Ryeowook y... y... y... y todo se volvió blanco.

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