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El aroma a café caliente inundó las fosas nasales de Chris, por lo que soltó un suspiro tranquilo y procedió a probarlo. Decidió ponerle más azúcar al notarlo muy amargo. Puede que no le guste mucho el café, pero lo mantiene despierto a las seis de la mañana y prefiere eso que dormirse en plena clase con riesgo a que lo echen.
Ya era viernes, el día de su reunión con los padres. Es a las cinco de la tarde, por lo que tiene clase primeramente con los chicos y después debe arreglar todo para su compromiso. La verdad, se siente un tanto ansioso ¿la razón? La madre de su alumna Seo Rubi.
No ha podido dejar de pensar en esa mujer, fue como ver un ángel por primera vez. Nunca había visto a alguien tan cautivadora. Es eso que llaman "amor a primera vista". Si se sentía nervioso por verla en una foto, no quería imaginar cómo sería en persona. Quiere conocerla, tiene muchas expectativas, ha estado rogándole a Dios para que Rubi le halla hablado de él y, simultáneamente, le ha hecho unas cuantas bromas a su estudiante diciéndole "vas a tener un padre nuevo".
Porque sí. Christopher conquistaría a esa mujer sea como sea.
— Oigan ¿Puedo hacerles una pregunta personal? — cuestionó sentándose en la mesa de sus compañeros y mejores amigos— verán... Sé que conocen a Rubi porque su madre ha donado dinero para la escuela, así que me gustaría saber si la conocen en persona o tienen un contacto con ella.
— ¿Para qué necesitas su número? — Lee Know se mostró confundido ante ello.
— Bueno... Digamos que he estado pensándolo y creo que es mi tipo. Me gustaría invitarla a salir.
— ¿Haneul? ¿Tu tipo? ¡JA! — Han Jisung soltó una carcajada — ¡esa mujer es el diablo en persona! Puede tener cara de ángel pero es muy difícil. Recuerdo que el director intentó sobrepasarse y le echó su té caliente en la cara, por eso lo despidieron y la señora Oh es la nueva directora.
— No pensé que te gustaran las difíciles— murmuró Jeongin.
— ¿En serio? Tengo entendido que es amable, trabaja en un bufete de abogados ¿no? Es abogada allí. También estudió contaduría y de vez en cuando lo ejerce.
— Así es. Antes venía todo el tiempo pero desde lo que pasó con el ex director, tomó distancia porque ha estado más ocupada que nunca. Gana dinero, es una mujer de negocios, ha tenido muy pocos novios, es bastante selectiva. No creo que logres acercarte tan fácilmente— explica Felix.
— Me llevo bien con su hija ¿eso cuenta como un punto positivo? — sus amigos se miran entre sí no muy convencidos.
— No pierdes nada intentándolo — Seungmin se encoge de hombros.
— Cierto. Ella es de las personas que si la tratas bien, hará lo mismo— anima Hyunjin.
— Solo no hagas nada estúpido. Sé natural y tranquilo — todos asienten ante el consejo de Changbin.
La noche cayó con rapidez. En todo el día se la pasó preguntándole a Rubi si su madre asistiría, ella simplemente se quedaba callada y sonreía. No le diría ni una sola palabra.
Cuando los padres empezaron a llegar a la hora asignada, miraba muy bien cada rostro, intentando hallar el de su crush. Lo cual no le dió resultado, ya que pasó una media hora y tuvo que comenzar obligatoriamente al notar que ella no iba a llegar. Se desanimó bastante, de verdad esperaba hablarle o aunque sea verla. Quizás Rubi no le prestó mucha atención o él simplemente no le llama la atención como para venir personalmente.
La reunión terminó al cabo de dos horas. Terminó de hablar con un papá, luego de resolver todas sus dudas, y este se retiró dejándolo solo en el salón. Se dedicó a organizar sus pertenencias, tenía un desorden en su escritorio de papeles por estar informando a cada persona sobre sus hijos. Se demoraría mucho en eso, pero tratará de apurarse para ir a cenar algo.
Haneul entró al salón de clases sosteniendo su bolso. Llegó tarde, pero al menos llegó. Caminó con lentitud hasta un pupitre frente al escritorio del profesor, quien ni siquiera se había dado cuenta de su presencia, ya que estaba en su armario guardando libros gigantes. Se apoyó en su mano mirándolo de arriba a abajo, analizándolo con detenimiento.
Los pantalones color café le quedaban más que bien, apretaban su silueta y claro que podía ver su retaguardia, eso le gustó. Su camisa color piel dejaba ver su complexión grande y brazos fuertes. Definitivamente su cabello azul era el toque. Físicamente no era un 10, era un 1.000.
— ¡Joder! — se asustó al notarla, en silencio, viéndolo como si nada. Parpadeó un par de veces 《 ¿Estoy soñando? ¿Es la señorita Seo?... Esperen ¡Es la señorita Seo! 》soltó los papeles en sus manos con susto — yo... lo siento, me asustó.
— Descuide, fue mi error no avisar. También, perdón por llegar tarde. El trabajo me atrasó — Lo vió recoger sus documentos y dejarlos en la mesa— mi hija es Seo Rubi, estuvo hablándome sobre usted. Me dijo que quería verme.
— Sí... ¡Sí! Quiero hablarle sobre ella, sus calificaciones, todo eso, pero antes, por favor, déjeme presentarme. Soy Christopher Bang, su profesor de química — sonrió haciendo una reverencia.
— Seo Haneul, ya ha de conocerme.
— Es un gusto conocerla al fin — buscó el informe de Rubi, el cual le entregó y empezó a observar lo anotado — Rubi es una buena estudiante, es mejor en la parte experimental, aveces hacemos trabajos en el laboratorio y le va increíble.
— ¿Causa problemas?
— No, es muy tranquila. Aunque se la pasa hablando con mi sobrina, Jung-Young, la he regañado varias veces por eso.
— ¿Sobrina? — él asintió. Ella sonrió y se puso de pie, acercándose un poco — de casualidad ¿es hermano de Hannah?
— Sí ¿la conoce?
— Es mi amiga desde hace años. De hecho, después de salir de aquí, tengo una cena con ella y nuestros hijos.
— Guau, el mundo es muy pequeño — murmuró sorprendido. En parte, sintió bastante felicidad, que su crush sea la mejor amiga de su hermana le da bastantes puntos positivos — en fin, Rubi es una buena chica, no tiene de qué preocuparse.
— Me alegra escuchar eso — guardó el informe en su bolso y volvió su vista a él, relamiendo sus labios — ¿sabe? Mi hija me contó que usted se interesó en mí por una foto, a decir verdad... Yo también lo hice.
— Oh, eso es reconfortante — sonrió.
— ¿No le gustaría venir y acompañarme a comer con su hermana? La verdad, es algo tarde y no me gustaría andar sola en la calle. Si un hombre tan... Fuerte y varonil como usted, está a mi lado, me sentiría más segura— le dió una pequeña sonrisa con aires de pureza.
— Claro, sería un gusto.
Chris se apresuró en recoger algunas cosas, guardarlas y llevarse su mochila, siguiendo a la señorita Seo.
