Under Cover |BingQiu/MoShang|

Capítulo 7

– Mentira.

– ¿Qué? ¿Creíste que no me atrevería?

– ¡Acordamos que yo me casaría con el señor Luo! ¡Me lo prometiste!

– ¿Y me creíste? Que ingenua eres Yingying.

Hualing hizo girar el vino en su copa y miró a la chica que tenía en frente, quien estaba a punto de largarse a llorar.

– A-Ying, no te preocupes, seguro la señorita Sha está bromeando. –Qin Wanyue tomó suavemente la mano de la chica–. Wanrong, acompaña a la señorita Ning a retocarse el maquillaje, se le corrió y se ve horrible.

Wanrong miró a su hermana con desagrado, pero tomó con amabilidad el brazo de YingYing y la acompañó dentro de la mansión mientras Wanyue y Hualing se quedaban en la encantadora mesita ubicada en el patio.

Cuando desaparecieron de su vista, Wanyue cambió su semblante dulce a uno de total seriedad y desagrado.

– ¿Eres imbécil, Hualing?

– ¿Disculpa? ¿Quién te crees para hablarme así?

– Te pregunté si eras imbécil ¿Acaso no tienes nada más que aire en esa pequeña cabecita tuya? Hicimos un acuerdo, y lo ignoraste.

– ¿Y qué? ¿Qué vas a hacerme? –Hualing sonrió con sorna–. Tú plan apestaba e intenté arreglarlo.

– Si, y mira como terminaste. Rechazada y humillada.

– ¡Wanyue!

– ¿Olvidaste que nuestras familias están unidas? Lamentablemente nuestro hermano y tú prima se casaron. Tus errores nos conciernen a todos. Acordamos usar a YingYing porque ella conoce a Luo Binghe desde que eran niños, confía más en ella.

– Ying Ying es inútil, ¿Crees que nos ayudará? Esa niña solo sabe ir a llorar con sus padres. Ya la viste, ni siquiera puede poner sus emociones en orden.

– Tú tampoco. –Wanyue tomó un sorbo de jugo–. Pero al menos YingYing es manipulable y puede sernos útil, tú solo sabes beber y hacer escándalos que no sirven de nada.

– ¡No te permito que me hables así!

– No me intimidas, Hualing. Estamos al mismo nivel y tú no puedes darme órdenes. No quiero estar cerca de ti y tú no nos quieres cerca tampoco, pero en pro de los intereses de nuestra familia, tenemos que trabajar juntas. Te guste o no.

Hualing, roja de furia, enderezó aun más su espalda y se cruzó de brazos. No iba a aceptar que Wanyue tenía razón aunque le apuntaran con una pistola. La decisión de que YingYing se casara con Binghe fue ideada por ella y su hermana, Hualing nunca estuvo de acuerdo.

Fue a la mansión de Luo porque confiaba en que no la rechazaría, al menos no directamente, y que podría ganarse la confianza del chico que le gustaba. Porque si, Luo Binghe realmente le gusta, no es solo un capricho pasajero. Pero parece ser la única que lo cree.

Wanyue y Wanrong le trasmitieron el plan que sus padres y el padre de Hualing idearon. Manipular a YingYing para que cuando ella y Luo Binghe contrajeran matrimonio, la chica hablara bien de sus familias y Luo bajara la guardia tanto como con la familia Qin como con la familia Sha. También confiaban en que Binghe compartiría las contraseñas de sus cuentas o que mínimo le diera algunas de sus acciones a YingYing. Pero eso no era lo importante. Lo que realmente necesitaban era una lista que Binghe guardaba quien sabía dónde, y para buscarla necesitaban a YingYing dentro de la mansión con acceso a la computadora de Binghe.

– Ya que arruinaste todo, tenemos que pensar en otro plan –Siguió hablando Wanyue–. Binghe sospechará si le llega otra propuesta de matrimonio justo después de tu desastre, por lo que esperaremos unos meses antes de volver a intentar con YingYing. Mientras tanto, meteré algunos de mis empleados a la mansión Luo.

– ¿Crees que será tan fácil? Eso fue lo primero que intentamos. –Hualing sonrió con frialdad–.

– No, eso fue lo que TÚ intentaste. Pero ya vimos las cosas que pasan cuando tú tomas el mando. Hablaré con mis padres y con los tuyos. Si son razonables, tus padres te mantendrán encerrada unas semanas.

Hualing solo se burló.

– ¿Encerrarme? ¿Crees que mis padres me tratan como un maldito perro?

– Quizá deberían. Ambas sabemos lo importante que es esa lista, y si sigues arruinándolo todo, otras familias nos hundirán primero. Escuché que la familia Yan tiene sus ojos en la maldita lista también, Shen Qiao puede contener a su esposo a veces, pero ambas sabemos de lo que es capaz Yan Wushi.

– Ni siquiera sabemos si esa lista realmente existe. –Hualing suspiró, ya harta de Wanyue–. Lo único que tenemos es un rumor que circula de boca en boca.

– Confío en mis fuentes, Hualing. Y tus padres también tienen a su propia gente. Si no puedes hacer nada bien por ti misma, deja que personas competentes se encarguen.

– ¡Ya estoy cansada de que me hables en ese tono! Recuerda quien fue la que encubrió tu desliz. Si no fuera por mí, tendrías un bastardo de tres años arruinando tu maldita vida y llamándote madre.

– ¡Ya basta! –Wanyue finalmente subió un tono su voz–.

– No. Respétame y deja de hablarme como si fuera estúpida o tu pequeño secretito saldrá a la luz. No te metas conmigo, Wanyue.

La mayor de las hermanas Qin enrojeció de ira, pero no dijo ninguna palabra más hasta que Wanrong y YingYing volvieron.

– A-Ying, no estés triste –El tono de Wanyue se volvió dulce de nuevo–. Siempre eres y siempre serás la primera amiga del señor Luo. ¿No es así, Hualing?

Hualing seguía con los brazos cruzados e hizo un sonido incomprensible.

– ¿Lo ves? No hay de qué preocuparse.

– Exacto A-Ying –Wanrong sonrió también–. Sabemos que el señor Luo tiene un lugar especial en su corazón para ti, solo que aun no está listo para aceptarlo. Ya sabes como son los hombres.

– Es cierto –YingYing sonrió radiante–. E incluso rechazó a Hualing.

Todas menos la mencionada se burlaron suavemente.

YingYing no era ciega, sabía que a la chica de rojo le gustaba Luo Binghe, pero no la dejaría triunfar. Además, Binghe ya la rechazó y Hualing no tenía oportunidad en el futuro.

Ahora tendría que preocuparse de su otro rival amoroso más peligroso.

Liu Mingyan. 

Nota:

Por si alguien no se acuerda, WanYue y Wanrong son el par de hermanas que eran parte del harem del Luo Binghe original.

Ysi, el viejo sabroso y A-Qiao también están metidos aquí. (ﾉ' з ')ノ

~Aurin