📖CIENTO DIECISIETE📖

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P. O. V. KAI:

-¿Por qué lo haces? - pregunto Niggel en cuanto me vio aparecer en la cocina. Lo mire con duda.- Limpiar la casa, a eso me refiero.

-Ah...pues...

Había más de una razón de eso estaba seguro: primero quería inspeccionar la casa, pues seguramente nunca volvería a tener la oportunidad de hacerlo; segundo, tenía que buscar un escondite para nuestro uniformes, lo encontré en un hueco de la pared debajo de las camas; tercero, necesitaba distraerme para no comenzar a sobre pensar las cosas, de hecho limpiar ayudaba mucho a aclarar las ideas; cuarto, podría decir que era culpa o lo que fuera, pero eso no describiría el sentimiento y necesidad de mantener limpia la casa en memoria de mi padre; y, por última, la única razón que le diría es:

-Estoy provocando al mundo. - respondí encogiéndome de hombros sin dejar de hacer mi tarea.

-¿Estas demente, Ackerman? - me reprochó al instante Kikyō. No parecía que muy pronto volviera a decirme por mi nombre de pila.

-No, pero ayer mencionaron que nos seguían - comencé a decir pasando el trapo húmedo por la superficie de la cocina. -, también lo note, pero no pareció que tuvieran intenciones de dañarnos, no aún.

-¿Y por eso tu grandísima idea?-señaló Niggel con preocupación.

Desde que comenzamos este viaje, mi amigo no había parado de sacar a relucir su lado más cobarde, comenzaba a fastidiarme.

-Si. Necesito probar nuestras posibilidades - respondí sin inmutarme -, pueden ser dos: o bien trabajan para alguien quienes nos seguían y necesitan esperar ordenes, o esperarán a que hagamos el primer movimiento antes de enfrentarnos. Ambas son peligrosas, pero al menos sabremos como funciona la ciudad.

-Sigue sin tener sentido para mi. -confesó Carla - ¿Qué tiene que ver eso con que limpies?

-Lo que quiere hacer es que se enteren de que estamos aquí, si logra que lo sepan no dudarán en venir, a menos que trabajen para alguien en cuyo caso nos da un o dos días de ventaja. - simplificó Kikyō por mi con un suspiro. - Sigue siendo una completa estupidez, Ackerman. Para empezar ¿Qué harás si aparecen? Estamos indefensos aún cuando nos hospedemos aquí.

-Oye, al menos deja de decir "Ackerman", también me siento ofendida cada que lo dices... - se quejo Carla por lo bajo.

-No vendrán aquí. Lo que dijiste ayer me dejó pensando toda la noche... - explique sin prestar atención al tono insultante y la queja de Carla. Deje de limpiar y me recargue en el mueble. - Si de verdad los Ackerman son tan odiados aquí, no tendría sentido que la casa de Kenny y Levi esté tan intacta, ¿no lo crees? Debe de haber alguien que no les guarde rencor y si es la misma persona que nos sigue, entonces no se presentará aquí por respeto a ambos, lo que también nos da la oportunidad de apoyarnos de alguien.

-Estas siendo muy optimista. Lo más seguro es que aquellos que apoyan a tu familia estén todos allá arriba, ¿qué te hace pensar que queda alguno aquí abajo? - Kikyō bien quería llevarme la contra o tenia un buen punto. Apuesto por lo segundo - Además, haz dicho que es posible que lo sea, pero ¿y si no? No hay certeza alguna de nada justo ahora, ¿qué necesidad de ponernos en peor peligro ahora?

-Porque de ser un enemigo, nos habría abordado apenas apreciamos en la ciudad.

Abrió la boca para protestar, pero la cerró al instante, seguramente había pensado en mis palabras, aunque no yo mismo estaba seguro de que no fuera un enemigo o un riesgo. De nuevo, limpiar me ayudaba a sacar todos estos pensamientos de mi cabeza; así pues continué.

Termine de limpiar, barrí y talle el suelo, procure que lo que quedaba de la casa estuviera igual de impecable que la otra mitad que ya había limpiado. Solo me detuve cuando llego la hora de la comida (donde también establecimos un plan para los siguientes días) y, más tarde, de la cena. Así pues, termine poco antes de media noche.

Los chicos se habían ido a dormir no sin antes asearse un poco luego de la cena, por lo que la casa estaba en silencio y a oscuras. Guarde lo que había usado, me di un baño rápido y luego salí de la casa. Al igual que en la mañana, me quedé en el descanso de las escaleras, justo frente a la puerta, admirando el deprimente paisaje.

-Sobrevivimos un día más. - pensé en voz alta.

Y después me perdí en el paisaje. No es que hubiera gran cosa que observar, pero era diferente a todo lo que conocía, estaba acostumbrado al bullicio de la gente tanto en Paradis como en Marley, la luz nunca faltaba a ninguna hora del día y los colores del campo y la ciudad siempre brillaban, todo lo contrario a lo que ahora veía: las casas eran de un color café opaco, estaban a nada de ser ruinas, nunca vi pasar a una sola alma desde que llegamos aquí, no había ruido y hasta era aterrador la nula luz. Era como realmente haberse metido en las profundidades del abismo y eso tenía cierto encanto. ¿Mis padres alguna vez habrán llegado a apreciar esta belleza etérea?

-¿Tampoco puedes dormir? - preguntaron a mis espaldas.

-¿Eh? - me volví para ver quien había llegado. La verdad mis sentidos habían estado tan alerta, que desde que llegué no lograban tomarme por sorpresa. - Ah, eres tu...

-¿Quién más seria? Niggel duerme como tronco y Kikyō sigue molesta contigo. - respondió ella con cierto tono de burla. Me alegraba que no perdiera su sentido del humor con todo esto.

-Buen punto... - acepte con una sonrisa ladina. - Pero, ¿qué no deberías estar dormida? Mañana tenemos cosas que hacer.

-Ya lo sé, pero no logro conciliar el sueño. - confesó acomodándose a mi lado. - Solo llevamos dos noches aquí, pero ya se siente como una eternidad, es como un sueño y una pesadilla.

-Lo sé, no deja de sentirse irreal. - coincidí.

-Exacto, parece como si en cualquier momento despertara y comenzará a gritar para llamar a mis padres... - su tono se volvió melancólico. No pude evitar imaginarme como eran las cosas cuando ella tenía pesadillas, ¿sería como cuando yo las tengo? - Comienzo a extrañarlos, lo cual es raro, porque de nuevo, solo han pasado unos días...

-Yo tambien lo extraño...


©️ De la imagen: a quien correspondan.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora