Dos chicas universitarias se enteran de la gran repentina desaparicion de su mejor amiga y hermano. Ambas chicas deciden investigar sobre el tema, buscando pistas, hasta resolver el caso, pero durante la investigación, encontrarán cosas que no deber...
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— Joven, le informamos que encontramos una chamarra en el bosque, al parecer, puede que sea de su hermano – El oficial informo.
Momo se encontraba en la comisaría de la ciudad. Anteriormente la habían llamado porque según habían encontrado algo que pueda ayudar con la investigación.
— ¿Desea verla? – pregunto el oficial llamado Kim Jongin.
La rubia asintió y se fue a sentar en la sala de espera de las oficinas.
En menos de cinco minutos, un oficial vestido con un elegante traje negro, salió de una de las oficinas con un maletin en la mano y una carpeta en la otra.
— Señorita Hirai – llamo – pase, por favor – Momo se paró y se adentro a la oficina donde varios oficiales se encontraban.
Momo inspeccióno el lugar. Era una oficina normal, con el típico escritorio, cajones de metal y un pizarrón donde varias noticias estaban pegadas.
— Por favor, póngase estos guantes – el oficial Kim le ofreció unos guantes de nylon. La rubia se los puso y se espero a que le entregaran la supuesta chamarra.
La chica abrió el maletin y agarró la chamarra; Era una chamarra talla más grande de las que usaba su hermano, era de piel y negra.
— Señorita Hirai ¿Es esta la chamarra de su hermano? – pregunto el oficial a la japonesa, que está se encontraba sin articular alguna palabra y con el seño fruncido.
La chamarra era de la marca Prada, Marca mil veces más cara que las que ella usaba, aparte de que su dinero no llegaba para una chamarra de esa marca, su hermano nunca llegó a usar ropa cara.
— No – su voz salió algo fría.
Los oficiales la miraron incrédulos.
Entonces si la chamarra no era de su hermano... ¿de quien era?.
— ¿Está usted segura? – pregunto nuevamente el oficial.
— Mi hermano no usa chamarras de esta marca, digamos que nuestra economía no nos da los lujos para comprar ropa de modelos – los miró – Solo... Avísenme si encuentran algo más.
Salió de la oficina molesta. Estaba a punto de salir de la comisaría pero antes de salir, justo entro una persona, ocasionando que ambas chocarán.
— Oh... Lo sient – la japonesa se comió sus palabras al ver una cabellera peliceleste.
La rubia se sintió nerviosa de inmediato, evitando la mirada de la peliceleste.
— Momo – por fin la hablo – ¿Podemos hablar? – pregunto fríamente, mirada seria.
Momo pensó lo peor, ahora dahyun le diría de cosas por lo que pasó ayer, aunque se lo merecía, pero estaba tan estresada que no quería escuchar gritos de nuevo.
