Nuevo Docente

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Sentado sobre la cama, el pelo piña tocaba un par de acordes de una canción antes de ir a dormir.
No lo hacía perfecto pero nada más eran una o dos fallas las que tenia al hacerlo.

-Oh vamos, Susan-
Se quejo deteniéndose, algunas veces dudaba de si lo hacía bien o no.
-Hah. . . No importa, ya da igual-
Suspiro mientras dejaba su instrumento sobre el suelo, al costado de la cama.

En ese momento sentía que algo se le estaba olvidando; sin embargo, no le dio importancia.
Cerró sus cuencas poco a poco abrazando a su preciado Tommy-bear terminó quedándose dormido.


Toc-Toc
La puerta se escucho, con suma pesadez se levanto del colchón haciendo rechinar los resortes, camino hacia la puerta y giro la perilla para ver a su padre cruzado de brazos.

-¿Sabes que hora es?-
Se escuchaba molesto, con la mirada fija en las cuencas vacías de su hijo.
-No. . . ¿Hoy es Domingo, no?-
Bostezo, estirando sus brazos al aire.

-Thomas, es Martes.-
Al padre se le veía indignado, su mandíbula apretada y el entrecejo fruncido.
-Martes. . . ¡HOY ES MARTES!-
Salio volando de la habitación, dejando en el suelo su peluche favorito. El padre lo levantó y lo dejó sobre la cama, negando con la cabeza mientras veía al adolescente entrar al baño.



No tardo ni diez minutos y el menor ya estaba bajando las escaleras mientras se acomodaba la sudadera azul rey y salía por la puerta con un pan en la boca que había tomado del comedor.

Llegaba tarde, de nuevo ¿cuántas veces tenía que decirle el profesor que le subiera a la alarma?
No era su culpa tener el sueño tan jodidamente pesado.

No estaba dispuesto a que le vieran llegar tarde, aparte el guardia estaba por cerrar así que solo le quedo una opción.

Subiendo ligeramente la pared paso su mochila por la ventana abierta que Matt, su amigo pelirnaranjo le había dejado abierta. Entró por el mismo lado que su mochila sin problemas, tenía la suerte de que el profesor aún no había llegado.

Levantó su mochila del suelo y camino hasta su asiento mientras se acomodaba el cabello, sentándose en la silla que le pertenecía. Aún costado de Matthew.

-Thomas Ridgewell, siempre llegando tarde ¿no te cansas?-
Su amigo rió un poco debido a la inpuntualidad del británico.
-No te dije antes pero, hoy llegará una nueva profesora de lenguaje. Dicen que viene de Noruega.-
Susurró la última parte, sabía que a Tom no le llamaban la atención los nuevos maestros.

Por lo tanto, Thomas pensaba que podía ser alguna joven y rubia maestra que seguramente ya estaría casada.

Las miradas de los alumnos rápidamente se posaron en la puerta al escuchar como se abría, pero sólo Thomas fue el único que prefirió ignorar.

Aunque al final, la curiosidad terminó ganándole por completo.

¡Eh Ahí, Un Lindo Profesor! [TomTord] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora