Yo no pedí esto

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David es un chico joven de 25 años, tiene piel blanca y el pelo rubio, ondulado y corto, mide alrededor de 1.80 y calza 45 EU (11US), posee tobillos marcados mucho vello en las piernas y algo en los pies, brazos y pecho, posee ojos color azul brillante que destacaban bastante en su cara y aunque no haga mucho ejercicio el chico no tiene un mal físico pero tampoco es algo destacable.

Él vive con su madre en un pequeño departamento donde viven desde que murió su padre hace 7 años y cuida de ella desde que cayó enferma. Tiene varios trabajos como mesero en un restaurante, conserje en una escuela u obrero en una construcción y trabaja muy duro para poder comprarle las medicinas, pagar la renta y la comida... aunque algunos de los trabajos no les guste, todo lo hace para poder seguir con su madre ya q es lo único que lo hace feliz en su vida. Sin embargo esa felicidad no le duró mucho ya q al poco tiempo su madre murió y el no pudo hacer nada para evitarlo. En su funeral solo estuvo él, no tenía a nadie más, no tenía amigos ni otros familiares, estaba solo y eso lo hizo entrar en depresión ahogando sus penas en alcohol lamentándose no haber hecho lo suficientemente para salvar a su madre. Llevaba ya varias semanas así, no iba a trabajar y se estaba gastando lo que tenía en alcohol. Un día David salió de su casa para comprar más alcohol pero cuando quiso pagar se dio cuenta de q ya no tenía dinero, triste, decepcionado se fue para su casa solo para q él casero lo encuentre avisándole que lleva atrasado en la renta y que si no la paga lo tendría que sacar. David había entrado en una crisis, se encerró en su cuarto donde lo único que se le ocurrió hacer era llorar, su vida se desmorona y no sabía q hacer hasta q se le ocurrió una idea, nadie lo extrañaría, nadie lo quiere, nadie llorará su muerte entonces en la cocina busco un cuchillo y se lo acerca a la muñeca pero antes de empezar a cortarse alguien lo atrapa x detrás y le inyecta algo que lo deja inconciente.

David despierta con dolor de cabeza y abre los ojos para darse cuenta que no está en su habitación, era un cuarto grande de color blanco y bastante iluminado x la luz del sol que entraba x la ventana y por toda la habitación había una alfombra color blanco. David intento recordar lo que había pasado, lo último que recuerdo era él intentando suicidarse pero no tiene cicatrices ni nada en las muñecas, eso lo hizo pensar en q estaba muerto pero después recordó que alguien lo había atacado antes de su intento de suicidio, fue a la puerta e intento abrirla pero no pudo, la golpeó y la pateo gritando con la esperanza de q alguien lo oyera pero no hubo respuesta, se acercó a la ventana intentando buscar una salida para darse cuenta q estaba en el segundo piso de una casa enorme en medio de un gran campo, se fijó si había una posibilidad de escapar pero encontró nada, miro el lugar donde ese encontraba para averiguar si había algo que le resultaba familiar, nada, parecía estar lejos de la civilización y en eso alguien toca la puerta llamando su atención entrando en pánico buscando algo con lo q defenderse pero l había nada, al abrirse la puerta entran 2 hombres grandes, fornidos y uniformados, parecían guardaespaldas y detrás de ellos había un tercer hombre el cual se veía más formal. Tenía el mismo tamaño que David pero este tenía la piel morena, el pelo ondulado color negro, con una gran barba bien recortada, ojos marrones y parecía tener un buen físico. David reconoce a este hombre, su nombre es Gonzalo y era un cliente del restaurante donde trabajaba, recuerda hablar un poco con él y se veía como un buen hombre, que era lo que quería hacerle a David? A que se debía está situación?. Este se acerca sacándolo de sus pensamientos con una cara seria diciéndole.

Gracias: Buenos Días, David!

David no tenía habla, estaba asustado y no sabía que hacer, si intentaba atacar seguramente los 2 hombres de atrás le harían daño x lo que decidió no hacer nada.

Gonzalo: espero que hayas descansado bien, es la una de la tarde.

David: QUEEEEEEEEE!!!!!????

Gonzalo: entonces puedes hablar!

David, el esclavo del millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora