𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 6

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Zona de Guerra

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Zona de Guerra


Rusia

Llegaron de nuevo a la antigua iglesia de Yuri. Bajaron de la furgoneta mientras que Yuri les indicaba que los siguiera.

—Vengan, por aquí–decía al caminar. Dmitri se le acercó hablándole en ruso esperando que no sea otra trampa.

—[Si huelo algo raro, contrabandista, no dudaré en matarte]–le amenazó caminando a su lado. Yuri sacó las llaves del abrigo que llevaba de Murray para poder abrir la puerta de madera.

—[De hecho, solo busco una razón. ¿Entiendes? ¿Eres un loro, policía? Repites lo mismo una y otra vez]–se detuvo un momento para mirar a Hopper–. Estuviste preso en una celda con este aburrido, y no aprovechaste la oportunidad para ahorcarlo–le dijo en español.

—Ya deja de decir idioteces y abre la puerta, que me estoy congelando–habló Maggie seria. Yuri le sonrió y volvió a darle vuelta a la llave para que pudieran entrar.

Al hacerlo entraron, era algo oscuro pero aún así podían ver. Yuri vocalizó al ver lo que había frente a sus ojos, alzó los brazos a los costados mientras seguía caminando.

—Preciosa, ¿no?–les preguntó al ver a los cinco adultos que se quedaron mirando el helicóptero.

—Por favor, dime que este es otro mal chiste–le pidió Murray sin creérselo. Joyce se acercó aquel hombre el cual no dejaba de sonreír.

—¡Tú dijiste que tenías un avión!–le golpeó ella molesta–. ¡Un avión!–le volvió a pegar y Maggie se acercó a su amiga para calmarla.

—Tranquila, Joyce. Seguro está bromeando–le dijo la mujer mirando a Yuri pero éste negó.

—No, no, no. Yo dije que podía llevarlos. Y Katinka puede llevarlos a casa, palomitas–agregó Yuri–. Le puse Katinka por mi primera novia–soltó la carcajada–. Katinka también tenía un trasero muy redondo y muy bonito. Era de este tamaño–se giró para abrazar el frente del helicóptero mientras reía. 

—Esto no llegará a Estados Unidos–le dijo Antonov.

—¿Por qué no? Mientras el viento no sea muy fuerte y tus amigos militares no nos disparen en el cielo, podremos llegar a la costa. Ahí, mientras cargamos combustible, nadaremos desnudos para quitarnos toda la mugre–Maggie alzó las cejas al solo oír su tonto plan–. Después, volaremos el resto del camino. Final feliz.

—Okey, ¿qué es lo más lejos que Katinka ha volado?–preguntó Joyce.

—Para mí, ella aún es virgen–rió mientras que los demás resoplaron molestos–. No, no la Katinka real, claro que no–soltó una carcajada–. Esa Katinka no. Pero esta Katinka prácticamente no ha volado. Pero sé que aprovechará muy bien la oportunidad. Solo necesita pequeños ajustes–terminó de decir. Jim miró hacia Murray el cual estaba del otro lado de Katinka.

 𝑻𝑯𝑬 𝑬𝑵𝑫||𝑺𝒕𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈𝒔  ➋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora