Teach me how to blow | taekook

dieciséis

"Deja de moverte, joder" masculló el mayor con un tono molesto. Su compañero de piso había insistido en dormir juntos a consecuencia del fuerte frío, así que, el más joven se removía aún temblando bajo las acolchadas cobijas. "Kim Taehyung"

"Ouh, h-hyung n-no puedo dejar de t-tem-temblar" fue el colmo para el pequeño rubio cuando sintió un pie adentrándose por debajo de su pijama.

"¡Ya estuvo! Vete a la mierda de mi cama, odioso"

"Jimin-ah..." bostezó sin darle mucha importancia. "Ya no me moveré, lo prometo, mh" restregó su mejilla contra la almohada y se acurrucó.

"Ya no me creo eso, hijo de puta. Fuera"

El menor, algo cansado y arrepentido por molestar a propósito a su hyung, salió de la calientita cama y se echó en la propia. Maldiciendo mentalmente cuando sintió las sábanas frías.

"Mi cama está fría..."

"Te jodes"

Cuando volvió a despertar su hyung ya no estaba, probablemente salió a clases muy temprano. Maldijo en su cabeza cuando recordó la promesa que le hizo a su madre de ir a visitarla mucho antes de las festividades, ir a la estación de tren, viajar por dos horas hasta Daegu...Ahora se arrepentía un poco.

Su celular vibró contra el colchón y con pereza lo tomó.

ggukie bomnito
Taehyung, ¿te fuiste a Daegu ya o sigues acostado?

Te preparé algo para que no gastes en la estación por comida.

Voy a ir a dejártelo antes de ir a clase.

Taehyung quería llorar, su Jungkook le había hecho lonche.

Como el menor estaría en cualquier momento, se levantó y se puso más decente, arregló su cabello y cepilló sus dientes.
No pasaron ni diez minutos cuando el timbre de la puerta siendo desbloqueada sonó.

"Tae"

Jungkook tenía un gran suéter de lana blanco, resaltando sus bonitas mejillas rosas por el frío. Sonrió involuntariamente al ver lo bonito que se veía.

"Hola, Koo"

"Ten" le tendió una pequeña lonchera de varios pisos, a simple vista pudo ver kimchi, arroz, bulgogi y tteokbokki. "Estaría genial si pudieras calentarlo antes de irte para que te d...-"

Taehyung ya lo había callado con un beso.

"Gracias, precioso. Me salvaste, esto se ve delicioso, comeré bien" le pellizcó la nariz después de dejarle otro piquito.

"Uh hm, ¿a qué hora te vas?"

"No lo sé, quiero bañarme y necesito arreglar mi maleta, tal vez más tarde"

"¿T-te quedarás mucho tiempo?" preguntó mientras jugaba con las mangas de su suéter, como un niño.

"Espero al menos volver para pasar mi cumpleaños contigo" rió.

"Mhm, está bien"

"¿Por qué, me extrañarás?" Lo acercó al agarrarlo de su cintura, acariciándola cuando vio el puchero en sus labios. "Oh, mi bebé"

"Idiota" lo aventó, dándole un golpe en el pecho. "Solo preguntaba"

"Yo te extrañaré mucho"