I Really Stay At Yor House

4

La luz entra por la ventana, mis ojos arden y lloran por la misma. Mi boca esta seca al igual que mi garganta, ambos brazos están medianamente entumidos, algo adoloridos. Con molestia veo cada uno en lo que mi vista se recupera.

Una corta cabellera rosa a mi derecha y una más larga con un mechón verde a mi izquierda. Ambas están acomodadas de diferente manera. Boscha tiene su cabeza en mi brazo pero medio cuerpo de ella está saliendo de la cama, por otro lado. Willow tiene su cuerpo pegado al mío con una sonrisa y Boscha. Ella solo duerme.

Miro el reloj al lado de la cama, está un poco lejos pero nada que no se arregle con solo levantar un poco la vista: 9:16 AM.

<<Gracias a dios es sábado>> pienso viendo como duerme Boscha en lugar de salir corriendo por hacérsele tarde al trabajo y a Willow rindiéndose de ir a la escuela aunque tengamos un auto.

Muevo un poco los brazos, despacio sin querer molestarlas. De poco en poco, Boscha fue la primera en ceder, como si se hubiera dado cuenta de mi movimiento ella se apartó un poco para quitar mi brazo. Por otro lado, tuve que apartar a Willow ya que no solo no se movía sino que estaba total y completamente segura de no querer hacerlo.

Una vez en completa libertad llego la parte difícil... Salir de cama ¿Por qué? Bueno, generalmente es una molestia menor el salir de tu cama después de un buen sueño, hacerlo con alguien más en ella se complica. Pero cuando tienes a dos personas en cama se vuelve una odisea al más puro y sencillo estilo de Homero en la isla de las sirenas.

-Amor- susurro –Tu píe- Ambas mueven la pierna por inercia y salgo para estar frente a las dos.

Salgo de la habitación y me siento en el sofá.

¿Cuánto tiempo paso ya? ¿Dos, cuatro, seis meses? Creo que la respuesta ronda entre los seis o seis y medio. Sea como sea debo admitir que la vida es simplemente maravillosa. Claro se han tenido algunos altibajos pero nada que no se arreglara con una plática grupal.

Después de todo, las relaciones se basan en ello. En comunicación, independientemente sin son una pareja convencional o de más de dos.

Tomo el control del televisor y escucho un golpe seco, un grito y dos: "Mierda" perfectamente coordinados en una oda a los insultos de bajo mundo.

-Sabes que te amo- escucho decir a Boscha saliendo de la habitación –Pero picaste mi ojo, no. Lanzaste un puñetazo sobre mi cara-

-Lo siento cariño-

-Buenos días dormilonas- saludo poniendo caricaturas -¿Durmieron bien?-

-Dime ¿Cuál es tu secreto para no sentir los golpes de Willow?- pide Boscha sentándose a mi lado, me da un beso y dice buenos días con queja.

-No le pego siempre, solo a veces- Willow repite lo mismo solo que se recuesta en mi pierna.

-En realidad lo haces amor, mucho y para responder... Me acostumbre, mi cara ya no siente sus golpes. Es eso o me noquea al dormir-

-Mierda Willow. La vas a matar-

-Perdón. Veré que hago con eso-

Boscha se estira y señala el comedor dando a entender que hará el desayuno.

-Mierda- dice Willow mirando su celular –Es mi papá- explica levantándose y contestando, comienza a caminar y entra en la habitación.

-¿Crees que paso algo?- pregunta Boscha con un vaso de agua en mano –Hasta donde recuerdo no se marcan mucho desde hace meses-

-Curiosamente desde que somos pareja ¿No lo crees?-

-Ya sabes cómo es el señor park. Jamás he entendido porque se opone a nuestra relación, digo y no es por ser mala. Pero ellos son una matrimonio gay, cielos eso antes era mal visto. Uno pensaría que serían más abiertos a este tipo de cosas-