Entre tablas y tinta.

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Lirio blanco: Pureza, inocencia y belleza.


Taste City no tenía absolutamente nada que envidiarle a ciudades escenario como lo eran Paris y Broadway. Diversidad de espectáculos y aire bohemio por donde pisaras. Es así como Hyunjin llega a la ciudad para probar suerte, ver si tantos años de componer y escribir música han servido de algo y puede hacer su gran graduación siendo aceptado como el responsable de musicalizar una gran obra.

Entonces luego de bajar del tren, se encuentra con calles llenas de construcciones antiguas y pintorescas, se enamora de aquel lugar. Tan solo una hojeada y podría quedarse de por vida admirando las alamedas que formaban los arboles de cerezo.

Es al final de esta calle que un gran teatro que debía tener data de principios del siglo pasado le llama la atención; su nombre en grandes letras rojas remarcado con negro le encanta, puede leerse desde la distancia "Sunshine".

Sus pasos se apresuran emocionados y su corazón late desbocado, ciertamente no tiene mucha noción de que es lo que le emociona más, solo sabe que el lugar tiene ese algo... un imán invisible de polo opuesto que lo arrastra. Las puertas tras el rojo cortinaje son de caoba desgastadas y tiene la manilla en forma de la luna y el sol, curioso piensa, pero le resta importancia cuando se decide a tocar. Un hombre de edad avanzada le abre la puerta y sin decir nada le deja pasar.

—Es mudo. No esperes que te diga nada. — habla una voz juvenil desde el balcón de un segundo piso en el vestíbulo. Lo mira un poco decidiendo si aquella persona es una chica o un chico. — Soy hombre — es sacado de duda de inmediato mientras baja por la escalera — Mi nombre es Jeongin. — estira su mano la cual Hyunjin estrecha anticipadamente, un poco avergonzado pues la tiene sudada.

—Un trabajo apropiado para alguien con ese problemilla ¿no? — se refiere al anciano que ha vuelto a esconderse detrás del periódico, moviendo los ojos con rapidez a través de las líneas allí escritas — Soy Hyunjin, es un gusto y gracias por despejar mi duda, mi rostro tuvo que ser demasiado delator.

—Suele pasar todo el tiempo. — el chico le resta importancia, ya que no es la primera vez que confunden su género debido a sus ropajes y su forma de desplazarse. — de seguro vienes a buscar trabajo, camina por este pasillo, la puerta de la derecha es la oficina de la dueña. — el chico se le acerca y en forma de secreto le informa — es mi madre.

Los pocos minutos que Hyunjin lleva dentro del teatro han sido muy movidos, sacudidores como un pequeño temblor, algo interno zumbando dentro de él que le hace hormiguear el cuerpo y camina hacia donde le indicaron. En la puerta puede leer "Lady Sunmi", toca dos veces de manera suave.

—Adelante. — se escucha de una voz dulce proveniente de una mujer, la cual hace acto presente abriendo la puerta hacia atrás. Una mujer muy bella, de largo cabello negro que está metida en un vestido negro señorial pero sensual — No seas tímido chico, pasa.

— ¿Es usted la dueña del lugar? — la duda en sus ojos por lo joven que parece la mujer le lleva a titubear un poco en su pregunta mientras ella asiente y le indica que se siente — Yo... me llamo Hyunjin, Hwang Hyunjin. — hace una venia mientras la mujer toma asiente en su sillón de tercio pelo burdeo — Soy compositor y letrista.

—Casualidades de la vida, ando en busca de uno. — en la mente de Hyunjin crece la anticipación pero no se quiere emocionar demasiado, eso jamás resulta bien y prefiere saltar de emoción sobre una base sólida. — ¿Podrías mostrarme parte de tu trabajo?

El chico de cabello azabache y piel ligeramente tostada saca de su bolso un cuaderno antiguo con detalles en cuero que estaba lleno de sus letras, tablaturas, acordes y anotaciones varias referentes a música de otras personas que según él necesitaban algunas mejoras. La mujer en frente las hojea fascinada, sonríe y luego lo mira.

El Lamento del Lirio Blanco - Hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora