19. Dolor

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Habían pasado varios días desde la desaparición de Anya y Nidia, el agente Rodrigo hacía todo por encontrar alguna pista sin darse por vencido. Ari y Temo cada día sentían profunda tristeza tras la ausencia de sus hijas.

-Ya llegué mi amor- avisó Ari al entrar a la casa y había mucho silencio-. ¿Tahi? ¿Estás en casa?

Ari fue a buscar a su amado esposo ya que le preocupaba no escucharlo. Se sintió más tranquilo al verlo en el cuarto de sus hijas, pero también le partía el corazón verlo.

-¿Qué haces aquí, Tahi?- preguntó sentándose a su lado.
-Nada, quería estar solo un momento- dijo Temo abrazando a su Ari y miró el cuarto por un momento-. La casa no se siente igual sin las niñas.
-Lo sé, su cuarto está igual que el día que las íbamos a adoptar solo que con menos juguetes. ¿Recuerdas?
-Me sentía el hombre más feliz al saber que sería papá.

Ambos estaban recordando todos aquellos lindos momentos cuando adoptaron a sus hijas. Temo vio sobre una pequeña mesa una foto en la que se mostraba a sus hijas muy felices, el castaño rompió en llanto y fue abrazado por su esposo.

-Ya mi amor- decía Ari dándole muchos besos en su frente.
-¿Dónde están nuestras niñas?- decía Temo sin dejar de llorar.
-Tranquilo, te vas a poner mal.
-Nosotros no les hicimos nada a esas personas para que nos quitaran a nuestras hijas.
-Yo sé que no, pero cuando esos infelices aparezcan la van a pagar muy caro.

Las bebés comenzaron a llorar y sus papás fueron por ellas, les dieron su biberón para que se tranquilizaran. Ari abrazó a Temo y no dejaban de mirar a sus bebitas.

-Mientras la policía hace su trabajo nuestra única prioridad por el momento son nuestras bebés- dijo Ari-. No te voy a dejar solo.
-Nunca lo hagas, Tahi.

Anya y Nidia seguían atadas, no podían dejar de pensar en lo preocupados que debían estar sus papás. Sintieron que desataron sus manos, pero antes de poder escapar fueron aventadas hacia el suelo.

-Quitense sus uniformes y pónganse esto- dijo Meli entregándoles una bolsa-. ¡Rápido!

Con miedo Anya y Nidia se quitaron sus uniformes para ponerse lo que Meli les había dado. Esta parecía estar haciendo algo y las jóvenes lo verían como una oportunidad para poder escapar.

-¡¿A dónde van?!- gritó-. ¡Ustedes no van a ningún lado!
-Por favor, déjanos ir- suplicaban con miedo.
-Ya les dije que no, ustedes se van a quedar aquí hasta que sus padres se divorcien para que yo pueda estar con Temo.
-Ya deja de hacerte falsas ilusiones, nuestros papás nunca se van a divorciar porque el amor de la familia les enseñó a estar unidos sin importar las circunstancias- dijo Anya.
-Ay, que lindo suena eso. Pero veamos si se divorcian al enterarse que sus hijas fueron asesinadas.

El miedo creció más en las jóvenes al escuchar eso.

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Guapuritas!!! Estoy de vuelta!!!

Disculpen la ausencia, tuve semana de exámenes y ya me andaba con los trabajos. Pero ya estoy de regreso con un capítulo más de esta historia

Familia Corcega López 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora