001

3.4K 189 52
                                    

―quiero probar algo nuevo, jeno ―jadeo mientras pasa sus labios por mi yugular.

―¿el qué, cariño? ―inquiere con intriga.

―quiero montarte ―lo digo tan bajito que no estoy seguro de que me haya oído. no sé por qué me avergüenza admitir esto delante de él, se supone que en tres años de relación ya hay suficiente confianza.

―joder, donghyuck ―se queja y por un momento creo que la he pifiado, pero cuando se deshace con rapidez de la última prenda que le queda sobre su cuerpo sé que lo hace de satisfacción.

antes de que pueda reaccionar, nos tiene a ambos tumbados en la cama, yo sobre él. su miembro está entre mis nalgas y no puedo esperar a sentirlo enterrado en mí. tras unos cuantos minutos más de besos, caricias y lametazos, agarro su eje con mi mano y la guío hacia mi entrada. gimo su nombre cuando siento su glande traspasar mi anillo muscular, y jadeo al notarlo completamente dentro de mí.

―muévete, bebé ―suplica en un gruñido bajo. no tardo en obedecerle.

―mierda ―exclamo al bajar con dureza sobre su pene.

necesito sujetarme a algo para ganar estabilidad, así que apoyo mis manos sobre su pecho, ayudándome a impulsarme. sus dedos se aferran con fuerza a mis caderas, y su pelvis se mueve al mismo ritmo que la mía, incrementando la intensidad de las embestidas. no me arrepiento en absoluto de haberle propuesto algo así, de hecho, me abofeteo mentalmente por no haberlo hecho antes. deberé agradecérselo a mark después.

―es mejor de lo que pensaba ―admito con la respiración entrecortada.

―cualquier cosa contigo es mejor de lo que pensaba, mi amor ―sus palabras hinchan mi corazón y un sentimiento de calidez se instala en mí.

aunque comienzo a estar cansado, incremento la velocidad y dureza de mis embestidas, logrando que la punta de su polla roce mi próstata.

―¡oh, ahí, justo ahí! ¡joder, jeno, así! ―exclamo tratando de volver a repetir el contacto en ese punto dulce.

―¿qué demonios te crees que estás haciendo, donghyuck? ―la voz inesperada de mark me sobresalta y rápidamente me quito de encima de mi novio.

no sé qué demonios hace aquí, se suponía que no volvería a casa hasta después de cenar. además, no he oído la puerta abrirse y su presencia aquí no puede significar nada bueno. siempre se ha comportado como el típico hermano mayor sobreprotector. aunque mis padres adoran a jeno, él no puede soportar la idea de que estemos los dos solos en mi habitación, ni siquiera si estamos viendo una película. ya no hablemos de cuando nos pilla besándonos o más cerca de lo que él cree adecuado. odio esa parte de él. mis padres han intentado hacerle entrar en razón, pero siempre se excusa diciendo que no quiere verme sufrir por un corazón roto, que se siente responsable de cuidarme. entiendo que somos la única familia que tiene, pero esto ya es pasarse.

―mierda, mark ―me quejo mientras me pongo mis bóxer y lo miro enfadado. ―¿no se suponía que no tenías que llegar hasta tarde?

ignora mi pregunta y su mirada se centra en el joven que sigue tumbado en mi cama. está pálido y no puedo evitar sentir compasión por él, siempre le ha dado un poco de miedo mark; es comprensible, es enorme e impone, pero yo ya me he acostumbrado.

―largo ―espeta con los puños cerrados. el moreno parece tener un resorte bajo sus pies, porque en menos de lo que canta un gallo ya tiene sus pantalones puestos y está buscando sus zapatos.

―¡¿qué?! ―exijo con incredulidad. ―no te muevas de ahí, cariño ―le advierto señalándolo con un dedo y luego apuntando a mi hermano añado: ―no tienes ningún derecho a hacer esto.

step brotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora