|Epílogo|

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Epílogo.

||Dedicación: regin_1136 leg_27, se lo merecen, reinass <3|| 

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Narrador omnisciente.

   Sus hermosas y delicadas manos estaban extendidas hacia delante, frunciendo sobre sí mismas por la fuerza que colocaba en ellas. Sus ojos se entrecerraban, concentrándose en todo el peso que tenía sobre ella en ese momento para salvar el mundo. Y solo tenía una oportunidad.

—Puedes hacerlo.

Y confió en ello.

   Lucille elevó sus manos, su mentón y soltó un gran grito cuando soltó toda esa magia nueva que había descubierto, logrando que Futuro temblara y retumbara con ella. La gente a su alrededor se alejó cuando notaron que era una Bruja del Norte entrometida entre la gente que estaba viendo atentamente el espectáculo que estaban montando. Ese viento que le había sido obsequiado además de las propiedades curativas, ahora viajaba libremente a través de sus venas, sus manos y sus dedos, siguiendo la dirección que ella deseaba, salvando el destino de los tres continentes con ello.

Y no fue la única en atreverse a montar a la muerte y esquivarla.

   Gracias al viento de incógnito de Lux, el cuerpo de la reina de Futuro fue arrojado hacia atrás milésimas de segundos antes de que la cuchilla separara la cabeza de su cuerpo, pero no pudo hacer más por ella cuando se desmayó en los brazos de Amerie.

Pero no era la única persona en ese campo de batalla lista para rescatar a la mujer.

   El sonido de explosivos y el movimiento de las tierras a sus pies fue suficiente para hacerles saber que Hera Zabat Petrov no estaba sola. Ni mucho menos, moriría como tal. Todas las cabezas giraron cuando una nube de nieve y humo frente al bosque se disipaba con tranquilidad. De ella, caballos, personas a pie con armas, flechas y explosivos de mano libre, salieron. Delante de todos, Cristel y Don montaban caballos, elevando sus espadas, guiando su ejército hacia todas esas personas que se oponían al rescate de la reina o al reinado como sí. Del otro lado del castillo de Arce, los rumores del regreso inesperado del legítimo rey de Futuro corrían como un respiro al viento, esparciéndose por el gran ejército que encerraban el lugar. Gente de Futuro desertando de esa guerra, otras colocándose del lado correcto, personas de Pasado y Presente huyendo por el miedo de escuchar la vuelta de un Petrov al trono. El ejército de Lord Floros y Lady Tiara caía y muy pronto ellos también lo harían. Pero no solo eso ayudaba a que la vida de la reina permaneciera en ese plano, sino que cuando el caballo robado de Zeth derrapó a un lado del de Amon, el rey soltó la flecha de su arco, deslizando sus dedos por la tanza para dejar ir la flecha a su destino. Comenzó a galopar cuando vió el impacto en el pelirosa a un lado de la reina.

Estaba tan cerca pero tan lejos.

   Quería llegar con prisa, tan solo unos segundos más y estaría frente a ella y asesinaría a todos los cercanos que intentaron dañarlos alguna vez. Pero en sus claros ojos brilló el reluciente hacha del verdugo, esa que elevó cuando vió que serían atacados y la prisionera aún no estaba muerta. Intentó llegar con todas sus fuerzas, apresuró a Zeth, pero ya no tenía flechas y lanzar un cuchillo no serviría porque no tenía el ángulo correcto.

Mayor Verdad © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora