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15 « Los colores de nuestro toque »

Autor: NoMotNeedSleep
Resumen: Dondequiera que toques a tu alma gemela, aparecerán manchas de color en su piel. Después de un corto tiempo, se desvanecen.

Desde su infancia, a Ren le fascinaba ver los colores de la piel de sus padres arremolinándose. Los observaba todo el tiempo que podía, incluso les pedía a sus padres que se tomaran de la mano, no queriendo que los colores se desvanecieran.

Él sabía una cosa con seguridad; no podía esperar para conocer a su alma gemela.

Cuando Ren tenía cinco años, conoció a su alma gemela: Gakushuu Asano.
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Día 1: Almas gemelas

Dondequiera que toques a tu alma gemela, aparecerán manchas de color en su piel. Después de un corto tiempo, se desvanecen.

Desde su infancia, a Ren le fascinaba ver los colores de la piel de sus padres arremolinándose. Los observaba todo el tiempo que podía, incluso les pedía a sus padres que se tomaran de la mano, no queriendo que los colores se desvanecieran.
Había algo hipnótico en la forma en que se movían, la forma en que aparecían de la nada, solo causados ​​​​por un ligero toque.

No recuerda cuántas veces se acostó en su cama, sin poder dormir, estirando las manos en el aire y preguntándose qué colores debía tener. En su imaginación viajarían lentamente a través de sus brazos, incrustando cada centímetro de su piel con diferentes tonos y tonalidades.
En ese entonces, realmente no entendía la importancia y el significado de un alma gemela.
¿Cómo podría? Después de todo, todavía era un niño.

Pero Ren sabía una cosa con seguridad; no podía esperar para conocer a su alma gemela.

Cuando Ren tenía cinco años, conoció a su alma gemela: Gakushuu Asano.

El niño era nuevo en su jardín de infantes, pero después de todo eso no importaba.
Estaban jugando a la mancha en el patio.
Todo era como siempre había sido hasta que las manos de Ren y Gakushuu se rozaron accidentalmente.
Una cálida sensación se apresuró a través de sus dedos, anhelando el contacto de nuevo.
Ambos se congelaron y miraron sus manos.

Una sonrisa emocionada creció en el rostro de Ren mientras tomaba la mano del otro. Ambos observaron fascinados los colores que se extendían, un vibrante violeta con manchas de cobre en la piel de Gakushuu y un cálido marrón avellana mezclado con dorado en la de Ren.

Con los colores también creció el sentimiento. Una cálida sensación, viajando lentamente a través de todo el brazo de Ren. Fue como un abrazo de su madre, pero de alguna manera también había mucho más que no podía expresar con palabras.

Ren no se atrevió a hablar, temiendo destruir este delicado momento. Dudaba que pudiera hablar, cada palabra parecía atascarse en su garganta.
Por un breve momento, Ren apartó los ojos de sus manos y le lanzó una rápida mirada a Gakushuu, que seguía los colores con los ojos.

“Oye Ren, ¿qué está pasando? ¿Por qué ustedes dos están parados ahí?”

Tan abruptamente como comenzó el descubrimiento, uno de los otros niños rompió la atmósfera.
Gakushuu y Ren se separaron rápidamente, sus ojos aún fijos en su piel.
Después de unos segundos, Ren levantó la vista y le presentó la mano al otro niño.

"Wow, ¿ustedes dos son almas gemelas?", Preguntó el niño, inspeccionando su mano de cerca.

Ren asintió con entusiasmo, todavía sin palabras.

“Deberíamos mostrárselo a los adultos”, dijo Gakushuu, que ya había recuperado su voz.

"Sí, deberíamos."